La bebida de los madrugadores por excelencia, además de contribuir a despertarnos del todo antes de ir a trabajar, podría también ayudar a reducir el riesgo de padecer cáncer oral según se desprende de un estudio llevado a cabo por la Sociedad Americana del Cáncer. Los resultados mostraron que las personas que beben cuatro o más tazas de café (con cafeína) al día tienen un 39% de riesgo menos de padecer cáncer orofaríngeo que las personas que no beben café o que lo beben de forma ocasional.
En cuanto al café descafeinado la investigación concluyó que los datos que se disponían sobre su consumo eran insuficientes para elaborar conclusiones, pero sí confirmaron que no suponía aumento en el riesgo. Por otra parte revelaron que la ingesta de té no se asociaba con el riesgo de sufrir esta patología.
Según los investigadores el café con cafeína contiene una alta cantidad de antioxidantes, polifenoles y otros componentes activos que pueden jugar un papel muy importante en la protección contra el cáncer o en dificultar su desarrollo. Es una de las bebidas más consumidas en el mundo, y aunque para ciertas patologías como las cardíacas se prohíbe o se minimiza mucho su consumo, esta investigación resalta que las propiedades que conlleva suponen beneficios de salud importantes. Además de esta propiedad otros estudios ya han desvelado más aspectos saludables de esta bebida para el organismo como que previene el cáncer de colon, protege contra la diabetes tipo 2 o reduce el cáncer de hígado, entre otras propiedades.
El cáncer oral se encuentra entre los 10 más comunes del mundo, con una tasa de incidencia de más del doble entre los hombres que entre las mujeres. Los principales factores de riesgo son el tabaquismo y el alcohol, aunque estudios recientes han mostrado un auge de este cáncer asociado al Virus del Papiloma Humano (HPV), la enfermedad de transmisión sexual más común en la población en la actualidad.
¿Qué es el cáncer oral?
El cáncer oral u orofaríngeo es una patología en la que se generan células cancerosas en los tejidos de la boca y de los labios, se trata de un tipo de cáncer de cabeza y cuello. Esta dolencia afecta de lleno a la cavidad bucal, por lo que el dentista juega un papel importante para su prevención o para detectarlo a tiempo y comenzar cuanto antes el tratamiento. Según las estadísticas americanas tan solo un 23% de los encuestados recordaba haber tratado este tema en la consulta del dentista. Además de una alta exposición al tabaco y al alcohol como factores de alto riesgo, hay que tener en cuenta también el aumento del HPV, que también puede propiciarlo. Incluir la visita al dentista como un chequeo de salud rutinario más es importante.