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Elaboran una biomolécula muy beneficiosa para los implantes dentales

¿En qué puede ayudar un mejillón para mejorar un implante dental? Parece que en nada, pero observando su mecanismo de adhesión a diferentes tipos de superficies, entre ellas las metálicas, es capaz de ‘agarrarse’ con fuerza a todas ellas. Esto ha servido de inspiración a un grupo de científicos de la compañía japonesa RIKEN para elaborar una biomolécula activa que se une con éxito a una superficie metálica.

Este hallazgo podría suponer una mejora notable en cuanto a la calidad de los implantes dentales, que gracias a dicha molécula, serían biológicamente más beneficiosos para nuestro organismo. Estos implantes están normalmente fabricados en titanio, un metal fuerte y no dañino para el organismo, pero que carece de algunas propiedades que sí que otorgan las materias vivas como los dientes o los huesos. Basándose en una proteína del mejillón, la L-DOPA, que se une fuertemente a las superficies lisas, los investigadores elaboraron una proteína híbrida que contenía partes activas de la L-DOPA y de otra relacionada con el crecimiento, la IGF-1, y la unieron a una superficie de titanio.

Los resultados finales mostraron que esta nueva proteína era totalmente funcional y quedaba perfectamente adherida al titanio incluso cuando se lavó con una solución salina con fosfato, similar al comportamiento del mejillón, que también puede permanecer fijo a las superficies metálicas incluso bajo el agua. Este hallazgo supone que sería posible fabricar materiales como el titanio pero con propiedades biológicas beneficiosas como el crecimiento celular por ejemplo. Esto se traduce en que el implante dental hecho de titanio pasaría de simplemente sostener la corona, que sustituye a la funcionalidad del anterior diente, a aportar propiedades beneficiosas para el organismo, un paso enorme en lo que a medicina regenerativa se refiere.

¿Cómo mejoraría la calidad de los implantes?

Un implante dental es el reemplazo artificial de un diente que falta elaborado normalmente en titanio. Consta de tres partes, el implante como tal (que se inserta en el hueso), el conector, que une al implante con la corona, y esta última, que se trata de la parte visible en la boca.

Como hemos mencionado el implante se inserta directamente en el hueso, y lleva un tiempo hasta que el implante sea totalmente funcional ya que debe producirse la osteointegración tras el proceso quirúrgico para insertarse. El titanio es inocuo, no produce daño al organismo pero tampoco le aporta ninguna propiedad, tan solo sirve como herramienta para colocar un diente funcional artificial. Con este nuevo descubrimiento, al recubrir la superficie de titanio con esta biomolécula activa, pasaría de ser algo neutro a aportar grandes beneficios.