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¿Es bueno arrancar los dientes de leche?

Hace unos días se convirtió en viral un vídeo en el que un padre le extraía un diente de leche a su hija mediante un dron. En el vídeo puede verse como Carl Schreiner, que así se llama el intrépido progenitor, ata un hilo al diente de la pequeña y el otro extremo al aparato que al elevarse y tensar el hilo termina por arrancarlo. Esta no es la primera vez que Schreiner utiliza estos aparatos para este cometido ya que utilizó la misma técnica con su otra hija.

Aunque no utilicen técnicas tan curiosas como la de Schreiner, es habitual que muchos padres decidan arrancar los dientes de leche a sus hijos cuando estos se mueven. Esta práctica no es del todo recomendable ya que puede perjudicar la erupción del diente permanente.

¿Qué funciones tienen los dientes de leche?

Los dientes de leche tienen muchas funciones. La principal es la masticación pero además son necesarios para que exista una correcta deglución, es decir, ayudan a que el niño pueda tragar bien.

Otra de sus funciones principales es la de servir de guía para los dientes permanentes. Cuando un diente de leche empieza a moverse significa que el diente permanente está reabsorbiendo su raíz desde abajo, es decir, se está comiendo, por así decirlo, poquito a poco la raíz del diente de leche lo que le sirve como guía para saber qué camino debe tomar.

Los dientes de leche sirven como guía a los dientes permanentes
Los dientes de leche sirven como guía a los dientes permanentes.

Si el diente de leche empieza a moverse y lo quitamos prematuramente el diente permanente pierde esa guía lo que puede provocar, por ejemplo, que el diente permanente erupcione torcido. Otra de las consecuencias de arrancar los dientes de leche de manera prematura es que podemos hacer que se pierda o se inactive la erupción, es decir, que el diente permanente deje de erupcionar y, cronológicamente, se frene el proceso.

Otra de las consecuencias de extraer ese diente de leche sin el consejo o la indicación de un dentista es que los dientes adyacentes a la brecha, ese espacio edentulo que queda tras la extracción, se colapsen. Al perder ese diente de manera prematura es común que los dientes que están al lado ocupen su espacio. Cuando el diente permanente intenta erupcionar no encuentra espacio lo que puede hacer que este se impacte, es decir, que quede incluido dentro del hueso.

En ese caso sería necesario hacer una ortodoncia para volver a abrir ese espacio y así permitir al diente que encuentre su camino para que salga espontáneamente. Otra de las posibles consecuencias de arrancar el diente de leche es que podemos provocar dilaceraciones gingivales, es decir, daños o desgarros en la encía.

Si notáis que uno de los dientes de leche de vuestros hijos se mueve mucho y tenéis miedo de que lo aspire, es decir, que lo trague sin querer, es recomendable que acudáis al odontólogo. Este valorará el estado de la pieza y si realmente existe riesgo de aspiración. Si el dentista lo cree necesario debe ser él el que lo extraiga. Para evitar cualquier problema, además, colocará un mantenedor de espacio en el lugar donde estaba el diente de leche para que este no se colapse y que el diente permanente pueda salir en su posición correcta.