En la actualidad una de las patologías orales más comunes en todo el mundo, especialmente en los más pequeños, son las conocidas caries. Las alimentación de hoy en día contiene una gran variedad de alimentos ricos en nutrientes, vitaminas y demás componentes beneficiosos, pero también el mercado está plagado de comidas y bebidas excesivamente azucaradas y carbonatadas, principales causantes de la proliferación de las bacterias responsables de las caries.
La publicidad ha ayudado mucho a que este tipo de alimentación prolifere mucho y tomarse golosinas, bollería industrial, refrescos o bebidas isotónicas sea una constante en la dieta de muchos niños y no tan niños. Pero las caries o la osteoporosis, enfermedades que se consideraban relativamente actuales, parece que llevan con nosotros mucho más tiempo.
En una momia egipcia con más de 2.200 años de antigüedad se encontraron caries y signos de osteoporosis al realizarle una TC. Los expertos han determinado que se trata de algún tipo de sacerdote que llevaba una vida sedentaria y una dieta no muy cuidada basada en carbohidratos pesados. La aparición de caries en personas de esta época puede ser una consecuencia, según los investigadores, de la dieta egipcia de aquel momento que consistía en pan y miel junto con diferentes dulces horneados. Este tipo de alimentación con una gran cantidad de azúcar es sumamente nocivo para la salud oral, especialmente si no se cepillan los dientes bien y se siguen unas pautas de higiene bucal. El azúcar es una fuente de alimento para las bacterias, que lo descomponen y fabrican ácidos que deterioran los dientes y causan las temidas caries.
La alimentación que las pruebas han mostrado que llevaba esta momia junto con esos hábitos de vida sedentarios asociados a los curas o monjes se cree que son la causa de la baja calidad de los huesos hallados. Más análisis realizados a otras 3.000 momias han determinado que una de cada cinco tenía los dientes desgastados y mostraba signos de enfermedades periodontales como abscesos y cavidades. Esta momia, hallada en 2012, se expone ahora en el Museo Nacional de Israel.
Para prevenir las caries recordamos que es importante seguir un ritual de limpieza dental diaria, utilizando el cepillo, la seda y un enjuague bucal después de cada comida y que el cepillado dure al menos dos minutos. También es importante cuidar la alimentación, evitando las bebidas y alimentos muy azucarados e incrementar más el consumo de comidas beneficiosas y nutricionales como frutas, verduras, carne y pescado. Y por supuesto, no olvidarnos del agua, un imprescindible para tener unos dientes limpios, y en acudir regularmente al dentista para que realice un chequeo.