Este verano, tu sonrisa será tu principal carta de presentación. Lucir una dentadura sana, limpia y cuidada es fundamental no sólo por higiene, sino por estética. Y ¿para qué nos vamos a engañar?: una bonita sonrisa luce más durante estas fechas que en el invierno.
Pero, ¿de qué manera tenemos que proteger nuestra dentadura de los peligros principales que el verano acarrea para los dientes?:
Dar un mordisco de tu helado a tu hijo le predispone a sufrir caries
¿Sabías que probar la comida de tu hijo para ver si está caliente o fría, “limpiar”con tu propia saliva el chupete, ofrecerle un mordisco de tu helado o compartir cubiertos estás favoreciendo que tu hijo tenga caries si tú las tienes?
La caries es una enfermedad contagiosa que se transmite de persona a persona a través de la saliva.
Generalmente es la madre la que se la transmite a su bebé en los primeros 30 meses de vida a veces, incluso, a través de los besos.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la caries y la enfermedad de las encías están catalogadas como la tercera calamidad sanitaria del mundo. Se estima que el 90-95% de la población sufre esta enfermedad.
La deshidratación
Somos agua. Nuestra salud general depende, entre otras cosas, de nuestra hidratación. Es de todos conocido que un 66% del cuerpo humano es agua, y que necesitamos ingerir un mínimo de 2 litros al día para mantener esa hidratación.
El calor o el sol intenso sobre nuestro cuerpo provoca deshidratación constante y origina la sed que intentamos paliar, sobre todo en verano, tomando bebidas azucaradas o altamente carbonatadas (recordemos que este tipo de bebidas son las más perjudiciales para los dientes).
“Saliva mágica”: si tu boca se deshidrata se vuelve más propensa a infectarse e inflamarse porque se segrega menos saliva, provocando la sensación de “boca seca”, que causa problemas para tragar, hablar, comer, llevar prótesis dentarias o, incluso, puede producir dolor, irritación o quemazón de la lengua. Por lo tanto es absolutamente necesario beber más agua que de costumbre en esta época.
La saliva es esencial en la defensa frente a la caries, ya que diluye y elimina los azúcares, mantiene constante el PH de la boca y aporta el calcio y fosfato necesarios para “remineralizar” el esmalte.
¿Sabías que la caries era una de las enfermedades mas frecuentes y que un simple beso puede hacer que se trasmita?
¿Has pensado alguna vez para qué sirve la saliva, aparte de para poder tragar los alimentos?