El número de niños que son sedados en la consulta del dentista para someterse a algún procedimiento ha aumentado, por lo que la Academia de Pediatría Americana (AAP) y la Academia Americana de Dentistas Pediátricos (AADP) han renovado su guía de recomendaciones para ante, durante y después de la anestesia.
La anestesia infantil es diferente de la utilizada para las personas adultas, ya que el propósito principal de anestesiar a los más pequeños suele ser relajarles para que su comportamiento no sea muy nervioso y obstaculicen la labor del odontólogo además de minimizarles los dolores. Debido a que es más fácil que los niños pasen de un estado adecuado y controlado del nivel de sedación a otro más profundo y menos deseado porque entraña riesgos como la apnea o la obstrucción de las vías respiratorias, la AAP y la AADP han colaborado para la unificación de todas las directrices sanitarias al respecto para actualizar los modos de proceder.
Una de las novedades incluidas es el requerimiento de controlar el dióxido de carbono espirado mediante monitorización y la necesidad de incorporar durante estos procedimientos otro auxiliar además del practicante que monitorice constantemente al paciente además de ayudar en las tareas de reanimación en caso de ser requerido.
¿La anestesia tiene efectos secundarios?
Mucha gente piensa que la anestesia provoca alucinaciones o delirios, efectos que sí que podría provoca la sedación intravenosa, que hace que cuando el paciente despierta se encuentre en un estado de “borrachera”. Pero lo habitual en Estados Unidos es sedar a los pacientes con una pequeña cantidad de óxido nitroso para que se relajen (además de la anestesia local requerida), cantidades tan ínfimas que es muy poco probable que desemboquen en este tipo de episodios.
‘The Wand’, un remedio para aliviar el miedo a las agujas
El pinchotazo necesario para inyectar la anestesia siempre ha generado miedo en muchos pacientes, pero en Iván Malagón*Clinic disponemos de una anestesia innovadora que reduce al máximo el dolor de la inyección, este sistema se llama ‘The Wand’. Este sedante está computarizado, por lo que las dosis las calcula un ordenador de forma que se inyecta la cantidad justa para el organismo. Si quieres saber todas las ventajas que aporta el uso de este nuevo tipo de anestesia pincha aquí, te sorprenderás de lo que ‘The Wand’ puede ayudarte en tus visitas al dentista.