El estrés es uno de los grandes males de nuestro tiempo. Sufrirlo puede pasar factura a nuestra salud general y también a nuestra salud bucodental. El doctor Iván Malagón ha explicado en un artículo de la prestigiosa revista Vogue cómo puede afectar el estrés a la salud bucodental.
Como cuenta el doctor durante el día llevamos a cabo muchos gestos y acciones de manera involuntaria que pueden dañar gravemente la salud de nuestros dientes. Por ejemplo, un gesto tan simple como morder el capuchón de un bolígrafo o un lápiz puede afectar gravemente al estado de la dentadura ya que pueden ocasionar microroturas en las piezas dentales debido a la fuerza que se ejerce al morder esos objetos.
Como ha explicado el doctor a la publicación, la manera más efectiva de reducir todos los daños que el estrés y la ansiedad han causado a los dientes es someterse a una limpieza dental profesional y, además, mantener una correcta higiene bucodental cepillándose los dientes varias veces al día. En este proceso es muy importante no olvidar el uso del hilo dental que ayudará a eliminar cualquier resto de comida.
A pesar de que muchas personas cuidan su higiene bucodental, las prisas por volver al trabajo les llevan a cepillar sus dientes nada más terminar de comer. Esto puede ser contraproducente. Como cuenta Malagón, si durante la comida se han ingerido alimentos ácidos, dulces o se ha bebido algún refresco o bebida carbonatada el pH de la boca se vuelve más ácido, lo que provoca que el esmalte dental se debilite. Lo mejor es esperar un mínimo de media hora tras la comida para cepillarse los dientes. Durante esos 30 minutos es recomendable beber agua o mascar chicle ya que esto favorece la producción de saliva y ayuda a que el pH bucodental se restablezca más rápidamente.
