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Cuidado con la ingestión o aspiración de objetos en el dentista

Un estudio publicado en la revista ‘Face and Head Magazineha analizado los objetos que se ingieren o aspiran accidentalmente durante los procedimientos odontológicos. Los datos han revelado que estos cuerpos extraños como herramientas del especialista por ejemplo, pueden ingerirse o aspirarse de forma accidental en prácticamente cualquier procedimiento como una endodoncia, una exodoncia o durante la colocación de un implante dental, entre otros muchos. Aunque concluyeron que eran hechos de baja frecuencia y que es muy raro que ocurran, consideran necesario que exista documentación exhaustiva sobre la prevención y el tratamiento.

Para analizar cómo eran de frecuentes estos accidentes y qué tipo de objetos eran los más aspirados o ingeridos los científicos analizaron un total de 617 casos. La investigación determinó que los objetos con los que más ocurren estos accidentes son las coronas dentales, las prótesis y las limas endodónticas. De estos 617 casos de accidentes 65 fueron casos de aspiración de un objeto extraño y 552 de ingestión. Por edades la información obtenida mostró que desde los 10 a los 19 años y de los 60 a los 79 es cuando más accidentes de este tipo se producen.

La conclusión a la que llegaron los investigadores es que este tipo de accidentes no son muy comunes, y que cuando se producen, muy pocos casos necesitan de algún procedimiento quirúrgico de urgencia para la extracción del objeto. Cuando el paciente se ha tragado algo, los datos recogidos mostraron que en un 40% de los casos basta con mantenerlo bajo observación entre 2 días y 2 semanas hasta que lo expulsa de forma natural. En algunos casos es necesaria una endoscopia.

Los más peligrosos son los casos de aspiración, que según la investigación, aunque son los menos frecuentes, se ha demostrado que estos accidentes suponen la segunda causa más frecuente de tener objetos extraños en los pulmones y necesitan tratamiento inmediato para que no se obstruyan las vías respiratorias. En estos casos se procede a realizar una broncoscopia o una laringoscopia para intentar recuperar el objeto aspirado, y en casos más extremos se realiza una lobectomía pulmonar.