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Detienen a la cúpula de Vitaldent por supuesto fraude

Las clínicas dentales ‘low-cost’ vuelven a estar en el punto de mira. Si hace unas semanas fue Funnydent la empresa que cerró sus clínicas por estafa, dejando sin tratamiento a miles de pacientes, esta vez una de las franquicias más populares la que copa titulares: Vitaldent.

Tal y como se publica en numerosos medios, la cúpula de la citada clínica dental ha sido detenida por la UDEF por presunto fraude fiscal a sus franquiciados y blanqueo de capitales. Entre los detenidos se encuentra el empresario Ernesto Colman, dueño y fundador de Vitaldent, y su vicepresidente, Bartolo Conte.

Como se informa en medios como ‘El español’ las detenciones de los dirigentes de Vitaldent se han producido tras las denuncias de varios franquiciados que, según publica el citado medio, “alertaron de que el dueño de la empresa dental le exigía el pago en efectivo del porcentaje que debían pagar por llevar su marca”. De esta manera generaron una ‘caja B’ cuyos ingresos no eran declarados a Hacienda. A pesar de ello, por el momento no se va a clausurar ninguna de las clínicas de la franquicia.

La odontología ‘low-cost’ a examen

No es la primera vez que Vitaldent es noticia. La asociación de consumidores FACUA, apoyados por el Consejo General de Dentistas, ya denunció que la franquicia no se responsabilizaba de las reclamaciones de sus usuarios y que no les ofrecía ningún tipo de alternativa ante cualquier problema, transmitiendo así que, para ellos, primaba el mero interés económico más allá del cuidado de sus pacientes. 

Con tu salud no te la juegues
Con tu salud no te la juegues.

Esto es solo un ejemplo más de como los fundadores de este tipo de clínicas no buscan cuidar a sus pacientes sino el simple beneficio económico. Como si de un “supermercado dental” se tratara, atraen a sus clientes potenciales ofreciendo precios muy bajos, comparados con los de una clínica odontológica ‘clásica’.

Lo que los pacientes desconocen es que este ‘precio bajo’ no es un precio real, ya que al acudir a la clínica el presupuesto inicial aumenta de manera considerable al sumar a este los precios de los diferentes procedimientos necesarios para llevara cabo ese tratamiento, dividendo el coste de un tratamiento en los diferentes conceptos que lo componen y no dando un precio unitario por el tratamiento completo.

Es decir, los anuncios de estas clínicas en los que, por ejemplo, se ofertan implantes a 200 euros no son reales ya que a esos 200 euros suman el precio de la radiografía, la anestesia, la cirugía, etc. Esto hace que el presupuesto final global sea siempre similar o superior al de cualquier clínica media. Además, muchos de los procedimientos son gratuitos en las clínicas clásicas ya que son necesarios para hacer un correcto diagnóstico antes de llevar a cabo un tratamiento y tan solo se cobran si el paciente no lo lleva a cabo.

A ello debe sumarse la escasa calidad de los materiales utilizados para llevar a cabo cualquier tratamiento. Como se ha publicado en el periódico ‘ABC’, el dueño de Vitaldent “obligaba a sus franquiciados a comprar a un precio desorbitado material importado de China de mala calidad”.

El uso de este tipo de materiales repercute directamente en los pacientes, cuyos tratamientos no tienen la calidad ni la durabilidad deseada. Muchos se ven obligados a acudir a otra clínica dental, gestionada por un odontólogo titulado, para que este arregle el ‘estropicio’ que han causado en estas franquicias.

Los profesionales que trabajan en este tipo de centros tampoco corren mejor suerte. Los tratamientos son vendidos por comerciales, con nulos conocimientos en odontología. Los dentistas titulados deben enfrentarse a condiciones de trabajo precarias para cumplir un cupo mínimo de tratamientos y así conseguir llegar a una facturación mínima. En muchos casos si este hecho no se logra, los dentistas son despedidos, lo que genera una rotación de profesionales. Esto, además de generar desconfianza en el paciente, incide todavía más en la mala calidad de los tratamientos.

A todo esto deben sumarse las dudosas condiciones higiénicas que se han descubierto, por ejemplo, en las clínicas Funnydent. Como se publicó en el medio ‘Crónica Global’, era la señora de la limpieza la encargada de mantener limpio el material de ortodoncia en una de las clínicas de la franquicia en Alcalá de Henares. Un material que debe ser limpiado y desinfectado correctamente con diferentes máquinas especiales para esa labor.

Como se ha podido ver en el caso de Funnydent, muchos pacientes se han quedado a medias en su tratamiento pero, a pesar de ello, van a tener que continuar pagando ya que este tipo de clínicas potencian la financiación. De esta manera disponen del dinero de los tratamientos de manera rápida lo que, como se ha demostrado en el caso de Funnydent, ante un cierre deja a los pacientes sin tratamiento y sin dinero.

El 81% de los españoles, críticos con estas clínicas

A pesar de la gran cantidad de clínicas ‘low-cost’ presentes en nuestro país, un 81% de los españoles son críticos con ellas. Esta información se desprende de un informe publicado por el Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la Primera Región (COEM).

Tanto el COEM como la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración, SEPA, han denunciado en varias ocasiones las malas prácticas de este tipo de clínicas.

La salud no tiene precio

La salud es algo muy importante. Y, al igual que las personas no se ponen en manos de cualquier médico cuando están enfermas, también deben ponerse en manos de buenos profesionales para cuidar su salud bucodental.

Las clínicas low-cost saben que cuidar los dientes es algo importante por ello se aprovechan de las personas que, atraídas por sus bajos precios, acuden a sus centros para llevar a cabo cualquier tratamiento.

Un odontólogo no debe preocuparse en ‘vender’ el máximo número de tratamientos. Su labor, además de cuidar la boca de sus pacientes, es asesorarles de manera correcta y recomendarles tan solo los tratamientos adecuados a su problemática, ofreciéndoles en todo momento una información clara sobre por qué necesitan un tratamiento y todos los procedimientos que estos conlleva.

Si tienes cualquier problema bucodental, no te dejes engañar por ofertas ya que una clínica odontológica no es una cadena de comida rápida. Acude tan solo a consultas que estén gestionadas por odontólogos titulados y colegiados. Esta es la mejor garantía de que el servicio será profesional y de que tu cartera no será más importante que la salud de boca.