El chupete es uno de los objetos que acompaña a los niños desde que nacen. Este les ayuda a reducir el estrés, el dolor cuando les están saliendo los dientes e incluso les puede ayudar a conciliar el sueño. A pesar de estos beneficios “analgésicos”, puede traer complicaciones en los dientes de los pequeños si su uso se prolonga más allá de los tres o cuatro años.
A pesar de que el uso del chupete se relacionó durante mucho tiempo con malformaciones en los dientes un estudio, publicado por “General Dentistry”, ha mostrado que su uso puede ser beneficioso para el desarrollo dental de los pequeños.
Malformaciones reversibles
Cuando los bebes se meten el chupete en la boca los dientes centrales del maxilar superior tienden a separarse y a sobresalir mientras que los de la parte inferior se desvían hacia dentro. La succión, además, activa diferentes músculos de la cara que hacen que las líneas de dientes pierdan su paralelismo y que, con el tiempo los caninos choquen entre sí, generando una mordida abierta.
Pero no os alarméis. Estas malformaciones son reversibles ya que a pesar de que los dientes se posicionan de manera incorrecta, no se producen deformaciones óseas significativas que puedan llegar a modificar la arcada dental definitiva. Para que estas malformaciones se aprecien y se mantengan, el niño debe ejercer, por ejemplo, la misma presión con los dientes durante seis horas diarias.
Los expertos coinciden en que es recomendable que los bebes no utilicen el chupete durante los primeros días de vida, para favorecer la lactancia materna y que adquieran el hábito de tomar el pecho. Además, aconsejan que su uso comience a limitarse a partir de los dos o tres años de edad, aunque este depende de muchos condicionantes determinados por el grado de madurez del niño o sus circunstancias médicas.
El uso del chupete en niños mayores de 3 o 4 años sí que puede provocar que los problemas en la mordida, como la aparición de mordida abierta o la mordida cruzada, dos problemáticas que sí necesitan de la ayuda de un odontólogo para solucionarse.
Caries del biberón
Existen otras patologías dentales más graves que pueden surgir durante los primeros años de vida de los bebes. Una de las más preocupantes son las caries de la primera infancia, llamadas también caries del biberón.
Esta puede aparecer por un uso inadecuado del chupete. Muchos padres tienden a untar o mojarlo en algún líquido dulce y se lo dan al bebé, aunque su causa más frecuente es dar al niño biberones de zumo, leche o bebidas con azúcar. Cuando los niños mantienen ese chupete “azucarado” en la boca durante mucho tiempo, ayudan a que las bacterias se multipliquen y a que aparezcan los ácidos que causan las caries. Estas afectan a los dientes de leche pero pueden incluso llegar hasta el germen de los dientes definitivos.