A lo largo de la vida de una mujer hay un continuo vaivén de hormonas que afectan, entre otras cosas, a su salud bucodental si no se tiene precaución. La parte más sensible ante estos cambios hormonales son las encías, que reaccionan de forma diferente ante los cambios como la pubertad, el embarazo, la menopausia o la toma de anticonceptvos.Estos desequilibrios alteran la salud oral de la mujer, pero con la prevención y el cuidado adecuado es posible minimizar sus efectos.
Pubertad: debido al aumento de las hormonas sexuales (estrógenos y progesterona) en esta etapa, las encías reciben más circulación sanguínea y se produce una reacción inflamatoria de estas como signo de prevención ante el ataque de las bacterias. Esta inflamación se conoce como “gingivitis puberal”, causando rojez e inflamación. Es necesario ser más meticulosa con la higiene durante esta etapa para evitar que las bacterias se desarrollen.
El periodo: en ocasiones pueden surgir molestias los días previos como encías hinchadas, que sangren, aparezcan llagas… las hormonas alteran el estado de las encías y se pueden tornar más rojas de lo normal e hinchadas, pero desaparecen al inicio del periodo.
Embarazo: esta es una de las etapas que más desequilibrios causa a nivel hormonal en una mujer. Este cambio de hormonas afecta a las encías, al sistema inmune local y a las bacterias. Este cóctel hace que aparezca la conocida como ‘gingivitis del embarazo’, un problema muy común entre el segundo y el octavo mes de gestación. Las embarazadas deben cuidar mucho su higiene oral durante este periodo y visitar asiduamente al dentista, sobre todo si ya se padecía gingivitis antes del embarazo ya que aumenta la posibilidad de parto prematuro y de complicaciones para el bebé (especialmente si sufre periodontitis).
Menopausia: en este caso lo que ocurre es una reducción del nivel de hormonas del organismo, pero este descenso genera estragos que afectan al gusto, generan ardor en la boca y la vuelven más sensible debido a los cambios en la flora bucal y la composición de la saliva. La pérdida de estrógenos y progesterona reducen el efecto antiinflamatorio sobre las encías y merman la densidad ósea, lo que puede derivar en osteoporosis. Las encías pálidas (gingivitis atrófica), el síndrome de la boca ardiente y la gingivoestomatitis premenopáusica ( encías secas y sangrantes) son las afecciones más comunes durante esta etapa.
*Anticonceptivos: algunas mujeres sufren síntimas similares a la gingivitis gestacional debido a las hormonas que conllevan los anticonceptivos, si se prolongan demasiado en el tiempo pueden dañar los tejidos que rodean los dientes, por lo que es recomendable acudir al dentista para que compruebe como está la dentadura.
Aunque un estudio reciente ha señalado que los niveles de estrógenos y progesterona de las píldoras actuales son demasiado bajos como para causar estos estragos, pero es recomendable aun así poner al día este aspecto en tu historial del dentista dado que otra investigación ha mostrado que las mujeres que toman anticonceptivos son más propensas a sufrir alveolitis seca cuando se someten a la extracción de un diente, frente a las que no los toman.