El motivo de consulta de esta paciente era “mejorar de alguna forma mi sonrisa”. La paciente no sabía exactamente qué se podía hacer, pero lo que tenía claro era que quería mejorarla. El diagnóstico que le realizó el doctor Iván Malagón reveló que sufría una compresión dentoalveolar bastante severa (tenía por ello la arcada muy estrecha) que le provocaba una sonrisa excesivamente gingival, es decir, que cuando sonreía de forma natural mostraba demasiada encía. Además, el hecho de tener dicha compresión le producía que los molares y premolares estuviesen muy volcados hacia dentro otorgando más protagonismo a los dos incisivos centrales. Aunque estos eran de un tamaño normal, al encontrarse en un plano anterior al resto de piezas dentales parecían demasiado grandes. A todo esto también había que sumarle el apiñamiento severo que presentaba.
Tratamiento y evolución
Para solucionar estos problemas el doctor Malagón le recomendó el tratamiento de ortodoncia Invisalign, una técnica que manejada por un especialista como es el caso del doctor Malagón, que ostenta la máxima categoría a nivel internacional, puede llegar a manejar el hueso a nivel dentoalveolar y conseguir el espacio necesario para alinear los dientes sin hacer extracciones otorgando así unas proporciones más armónicas no solo entre los dientes, sino con todas las partes que los rodean, es decir, entre los labios, las encías y el resto de las facciones.
Lógicamente, al dar esa expansión necesaria a los dientes se ha conseguido nivelar las encías hacia una posición más bonita de forma que cuando sonríe ya no se muestran en exceso y la boca se ha ensanchado para estar más proporcionada con su cara. Como se puede observar en las imágenes, en menos de un año de tratamiento con Invisalign se han logrado resultados no solo a nivel dental sino también a nivel facial.