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JoJo, una dentista muy peluda

A menudo para muchas personas, especialmente para los niños, acudir al dentista es un momento que les provoca mucho miedo y ansiedad. La odontofobia, o miedo irracional a la figura del dentista, es más habitual de lo que crees ya que afecta a más del 15% de la población. Ese se pánico al odontólogo lleva a mucha gente a no acudir a su consultan a no ser que sufran un problema que les causa mucho dolor.

El siglo XXI ha traído numerosas innovaciones tecnológicas que han ayudado a muchas personas a perder ese miedo irracional al dentista. A pesar de ello, en una clínica dental pediátrica situada en Northbrook, Illinois, han decidido utilizar a un perro para evitar que sus pacientes sientan ansiedad en sus visitas.

Esta dentista de cuatro patas se llama JoJo y es una Golden Retriever de 6 años entrenada para ayudar en este tipo de situaciones de estrés. El animal se recuesta sobre los niños para que estos la acaricien durante su visita al odontólogo, lo que ha conseguido que muchos niños que tienen pánico al dentista o que tienen cualquier tipo de necesidad especial acudan tranquilos a la consulta.

Imagen de JoJo en la página web de la clínica dental
Imagen de JoJo en la página web de la clínica dental (Pediatric Dentistry of Northbrook)

JoJo acude a la clínica una vez al mes para convertirse en la enfermera más especial y sus visitas, sin duda, son las más esperadas por los pequeños y sus padres que han visto como sus hijos han pasado de no querer entrar en la consulta a acudir sin problemas ni nervios.

Acudir al dentista no duele

A pesar de lo positivo de la presencia de JoJo en la consulta, contar con un perro para calmar a los pacientes cuando acuden a su clínica dental no es lo habitual. Los odontólogos se suelen ayudar de los avances tecnológicos para hacer que pequeños y mayores se sientan más cómodos durante sus visitas y, sobre todo, que no sientan dolor.

Ejemplo de ello es, por ejemplo, la innovadora técnica anestésica ‘The Wand’, disponible en Iván Malagón*Clinic, en la que el odontólogo se ayuda de un ordenador para calcular la dosis necesaria de anestesia. La zona en la que se inyecta también está pensada especialmente para evitar la inflamación y las molestias que se producen en la zona.

Además, también existen otro tipo de técnicas como la microcirugía no invasiva o el uso de instrumental vibratorio de alto poder de corte que reducen el malestar que provocan numerosos tratamientos.