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La anorexia y la bulimia también perjudican a tu salud dental

Estos dos trastornos alimenticios, muy comunes entre los jóvenes, provocan conductas extremas de pérdida de peso debido a la visión distorsionada que perciben estos pacientes de sus cuerpos. Se ven a sí mismos con muchísimo más peso del que tienen en realidad, lo que les envuelve en una espiral muy peligrosa de querer bajar de peso a toda costa. Esta pérdida de peso excesiva y en poco tiempo merma muchísimo su salud general, pero también afecta, y mucho, a su salud oral.

Dientes más débiles y vulnerables

Esta bajada de peso tan drástica debido a la reducción de alimentos que ingieren provoca que el organismo no obtenga las vitaminas y nutrientes necesarios tan esenciales para prevenir ciertas dolencias. Esto ocasiona que el riesgo de sufrir enfermedades bucales como la periodontitis o las caries aumenten de manera exagerada. También las piezas dentales y los huesos de soporte de la mandíbula se vuelven mucho más débiles ante la falta de nutrientes y los dientes empiezan a moverse, y en los casos más extremos, se acaba por perderlos.

Existen casos de pacientes que para tener esa sensación de saciedad y no comer nada beben cantidades desorbitadas de refrescos azucarados. Además de los nulos nutrientes que aporta el ingerir estas bebidas, provocan un problema doble para los dientes. Por un lado, la alta cantidad de azúcar que contienen hace que aumente el riesgo de sufrir caries, y por otro, además de azucaradas son carbonatadas, y contienen muchos ácidos que dañan mucho al esmalte.

Inducirse el vómito es otra práctica habitual de los pacientes que sufren anorexia y bulimia para eliminar así lo que han ingerido y no engordar. Al vomitar se incrementan los ácidos estomacales, y este reflujo tan ácido desgasta muchísimo el esmalte dental provocando así caries, decoloración de los dientes e incluso la aparición de la gingivitis y la periodontitis como consecuencia.

Es necesario acudir al dentista

En ocasiones estas patologías pueden pasar desapercibidas para el entorno más cercano, y puede que el odontólogo sea el primero en diagnosticar estos trastornos al visualizar el estado de la boca del paciente. Una vez diagnosticada la anorexia, además de requerir ayuda psicológica y los controles médicos pertinentes, también es muy necesario acudir al dentista para tratar los problemas que ha ocasionado en la dentadura e intentar evitar las consecuencias más graves.