¿Alguna vez has notado algún tipo de dolor en los dientes cuando viajas en avión? Esta molestia es más común de lo que crees y recibe el nombre de barodontalgia. Esta patología dental se produce cuando hay un cambio repentino de presión atmosférica, tanto un aumento como un descenso. Las personas que tienen empastes, encías inflamadas o grandes caries pueden verse afectadas en mayor medida ante esta patología.
La barodontalgia también recibe el nombre de ‘síndrome de la boca del buzo’ ya que puede producirse también en ambientes hiperbáricos, es decir, de gran presión como por ejemplo en el fondo del mar. Además puede afectar a otras prácticas deportivas que impliquen ascender a grandes altitudes como por ejemplo la escalada, el esquí o el trecking ya que las molestias suelen aparecer por encima de los 2000 metros de altitud y por debajo de 9 metros de profundidad.
Una patología estudiada desde el siglo XIII
Aunque la barodontalgia se asocie a volar en avión o el buceo, es una patología de la que se tiene constancia ya desde el siglo XIII, cuando Marco Polo se quejaba de las molestias dentales que tenía durante sus expediciones por la Ruta de la Seda a su paso por las montañas del Tíbet.
En el ámbito de la odontología, la barodontalgia comenzó a estudiarse en 1932 con el comienzo de la aviación pero no fue hasta un año después de finalizar la IIª Guerra Mundial, en 1946, cuando la Asociación Dental Americana analizó los diferentes estudios que se disponían en la época sobre el tema.
¿A qué se debe el dolor?
Entre las diferentes partes que componen los dientes podemos encontrar la cámara pulpar. Esta se encuentra dentro de la corona y es un tejido muy inervado. Las paredes que lo rodean son muy duras lo que hace que ante una disminución o aumento de la presión atmosférica la pulpa no pueda adaptarse a esa variación de presión y equilibrarla con su presión interna. El dolor que produce este hecho puede llegar a afectar a la consciencia de la persona que lo sufre, lo que podría poner en riesgo la vida del sujeto si esto se produce practicando, por ejemplo, submarinismo, o si le ocurre a un piloto de un vuelo comercial.
Estas molestias son más frecuentes en personas que tienen caries sin curar, empastes o inflamación en las encías. Aunque esta problemática no la sufran todas las personas, es muy importante que todas aquellas que viajen en avión con frecuencia, especialmente pilotos y azafatas, o que practiquen deportes que implican grandes ascensos o descensos en el agua tengan una especial atención por mantener sus dientes sanos.
Ante cualquier molestia es vital que visitar al odontólogo urgentemente. Este podrá revisar su boca y descubrir a que se debe el dolor y, sobre todo, ponerle remedio y curarlo. Tampoco hay que olvidar que, aunque no haya dolor, es muy importante ir al dentista para hacer una revisión completa de los dientes. Muchas enfermedades bucodentales pueden actuar sin que notemos nada hasta que estas están muy avanzadas, lo que puede acarrear problemas añadidos como la barodontalgia.