El párkinson se trata de una enfermedad degenerativa que altera gravemente la función motora de quienes la padecen causando los temblores característicos, rigidez muscular, anomalías posturales o trastornos del sueño entre otros síntomas. Todavía se desconoce su causa y por tanto también se ignora cómo curarla y cómo prevenirla.
¿Qué papel pueden tener los dentistas aquí? Según una última investigación de la Universidad de Nueva Inglaterra (UNE) uno muy importante. Este estudio ha revelado que la utilización de aparatos bucales o boquillas mejora notablemente el equilibrio, la marcha y la fuerza de los pacientes. Los investigadores diseñaron una boquilla para un paciente de párkinson de 73 años y midieron sus niveles de evolución. La boquilla aumentó su mordida vertical en 3 mm, y según los datos obtenidos, al utilizar este aparato, mejoró al caminar, aumentó su fuerza y consiguió mejorar su equilibrio también. Estos resultados tan positivos ocurrieron tanto en las pruebas de laboratorio como en el ensayo programado en casa.
A esto se le sumó el formulario que el paciente rellenó en el que afirmó que había conseguido mejorar enormemente su calidad de vida en aspectos como una mejor comunicación con su entorno, una mejor autoestima y la reducción del estigma provocado por dicha enfermedad. En resumen, tanto sus capacidades motoras como su autoestima y confianza mejoraron muchísimo al utilizar la boquilla.
Sobre el por qué de esta mejora no hay una conclusión clara, la hipótesis manejada por los expertos es que la dimensión vertical adecuada de la zona maxilar-madndibular otorgada por la acción de la boquilla evita la irritación del nervio auriculotemporal. Esta reducción de la irritación -sostienen- que puede mejorar los impulsos sensoriales otorgando así un control más adecuado de las extremidades.
Aún esperan poder realizar estudios más amplios con muestras mayores y un equipo mayor para que los resultados sean más contundentes y ampliar sus investigaciones al respecto. Se abre así la puerta a que los odontólogos trabajen en un futuro no muy lejano junto con los fisioterapeutas en el tratamiento de los pacientes de párkinson.