¿Te imaginas acudir al dentista con los niños y que mientras les atiende el doctor disfruten de la compañía de un perro? Esto es lo que se le ocurrió al doctor Michael Hasty, un dentista de Virginia, que invitó a su consulta a Frodo, un perro de 4 años que entretenía a sus pacientes más pequeños mientras él les solucionaba los problemas dentales.
La visita al dentista es una de las cosas más temidas, especialmente por los niños, que suele causar mucha ansiedad y pavor. Además, controlar a un niño en la silla es más complicado que al atender a un adulto que sabe controlar sus reacciones, un niño es más imprevisible y más sensible. El doctor Hasty quiso probar un método de relajación diferente e invitó a su consulta a Frodo y a su dueña Denine Kauffman, una ex enfermera encantada de volver a contribuir dentro del ámbito sanitario.
Los resultados fueron muy satisfactorios, los niños entraron y salieron de la consulta con una amplia sonrisa y durante el tiempo que duró la visita estuvieron tranquilos y relajados acariciando al perro o charlando con el doctor. Incluso en bebes de dos años surtió efecto e inspeccionarles la boca fue un trabajo fácil gracias a la distracción que les suponía el perro. Y no solo alegró la consulta a los más pequeños, pacientes de entre 15 y 21 años también se sintieron más cómodos y alegres durante su turno con el doctor al tener al perro en su regazo
La dueña de Frodo, Denine, y su hija Lily de 15 años pertenecen son manipuladoras de mascotas certificadas a través de la asociación de Perros para la Terapia Internacional, una organización de voluntarios que prepara y certifica desde 1936 tanto a perros como a sus guías para visitar hospitales, residencias….
Varios estudios recientes han resaltado la eficacia de utilizar mascotas en el ámbito de la sanidad ya que reducen la presión arterial, el estrés o el miedo que sufren muchos pacientes, entre otros, haciendo que tengan una actitud más positiva frente a los tratamientos junto con un buen estado de ánimo.