1ª visita GRATUITA
917 81 00 81

Implantes: nuevo aliado robótico para su colocación

Según los datos, unos 15 millones de implantes dentales se colocan cada año en el mundo. Cuando un diente se pierde por la razón que sea, se sustituye por un implante, es decir, por un reemplazo artificial del diente que generalmente está fabricado de titanio, un material sumamente resistente.

Para su colocación es necesaria una operación quirúrgica ya que debe insertarse correctamente en el hueso maxilar para que se produzca la osteointegración, un proceso por el cuál el implante se fusiona con el hueso otorgando así una estabilidad y funcionalidad completas. Ahora la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) ha autorizado la comercialización de un sistema robótico diseñado específicamente para ayudar a los doctores en esta tarea. Se trata de Yomi, cuya función es guiar la función de los instrumentos quirúrgicos durante la operación  e incluso ayudar en la fase preoperatoria.

Según los expertos, con Yomi y su tecnología háptica se restringe la acción del taladro en posición, profundidad y orientación facilitando mucho el trabajo al doctor y proporcionándole una mayor precisión a la hora de colocar el implante en el área designada. No minimiza la labor del cirujano ya que este tiene el control del procedimiento en todo momento y le permite cambiar el plan drásticamente si fuese necesario.

¿En qué consiste un implante dental?

Como hemos explicado anteriormente, un implante se trata del reemplazo artificial de un diente, y consta de tres elementos: el implante, el conector y la corona. El implante es la parte que se inserta en el hueso, el conector une al implante con la corona y esta última es la parte visible, es decir, la prótesis que se coloca sobre el implante simulando la forma del diente.

Una vez insertado en el lugar adecuado, es de suma importancia que se produzca la osteointegración, es decir, que el implante se fusione con el hueso para que adquiera una funcionalidad y estabilidad adecuada. Para ello es fundamental que antes de proceder a su colocación se lleve un estudio minucioso sobre el estado de salud de las encías del paciente y su hueso maxilar, y si se encuentran problemas, solucionarlos antes. Una vez hecho esto, la colocación del implante consta de tres fases: primero se procederá a extraer (si todavía está) el diente a reemplazar y esperar varias semanas a que la herida cicatrice y se vaya formando hueso. Después será el momento de colocar el implante mediante la cirugía quedando totalmente recubierto por la encía para que logremos que se osteointegre adecuadamente tras varias semanas más. Por último se coloca el conector y la corona. Todo esto lleva entre 3 y 6 meses.

Existen otro tipo de implantes denominados implantes inmediatos que son los más demandados por los pacientes ya que se realiza todo el proceso en una sola fase, es decir, en el mismo día se inserta el implante y una corona provisional que se cambiará pasados unos meses cuando la osteointegración sea completa. Con este tipo de implantes el paciente se va a casa con un diente de reemplazo puesto sin tener que esperar semanas.