Tener unos dientes blancos es el sueño de muchos. Para ello se someten a diversos tratamientos para conseguirlo. Pero ¿qué dirían si descubrieran que en Japón los dientes negros eran sinónimo de belleza? Hablamos del ohaguro una antigua costumbre nipona en la que las mujeres pintaban sus dientes completamente de negro para ser más bellas.
Esta tendencia estética comenzó en el siglo X y se siguió practicando hasta principios del siglo XX. Las mujeres teñían sus dientes con una solución compuesta por limaduras de hierro, vinagre, o sake, y té. La mezcla no se disolvía en agua y mantenía los dientes oscuros.
Una costumbre estética
Según dice la tradición, al principio eran las mujeres de la aristocracia las que tenían su dentadura para señalar que habían alcanzado la madurez aunque, de manera progresiva, el ohaguro se extendió a las mujeres de todas las clases sociales, sobre todo para indicar que estaban casadas.
Además de esta función estética la mezcla utilizada también tenía beneficios para la dentadura de las mujeres que se sumaban a esta tradición, ya que la mezcla usada protegía los dientes. Aunque no crean que era una tradición tan inocua ya que muchas mujeres terminaban con la boca o las encías inflamadas.
El ohaguro no solo se daba en Japón. En muchos lugares del sudeste asiático era posible ver mujeres con los dientes teñidos de colores oscuros. En Vietnam, por ejemplo, la tradición de tintarse los dientes señalaba cuándo las jóvenes estaban preparadas para casarse.
Esta costumbre, además, parece ser el origen de uno de los gestos más característicos entre las mujeres asiáticas: taparse la boca cuando ríen. Para muchas mujeres tener que teñirse los dientes de negro era algo obligado y por ello, de manera instintiva, tapaban su sonrisa con la mano para evitar que pudieran ver sus dientes y así descubrir su “estado” sentimental. Esta costumbre de taparse la boca se ha mantenido hasta nuestros días aunque el ohaguro ha dejado de ser una tradición entre las mujeres asiáticas.