La operación bikini ya ha comenzado para muchas personas. Muchas personas deciden someterse a dietas exprés muy extremas a las que suman también sesiones de ejercicio muy intensas para lograr sus objetivos en poco tiempo. Como explican en el portal Woman’s Day, esto no es recomendable ya que pones en riesgo tu salud.
Pero, aunque no lo creas, un intento de operación bikini exprés también puede perjudicar a tu salud bucodental. Como explica el doctor Malagón en la misma publicación «no tenemos en cuenta para nada el efecto que estas dietas y la práctica que el ejercicio físico descontrolado tienen sobre una parte tan importante de nuestro cuerpo como son los dientes”.
Como cuenta el director de Iván Malagón*Clinic, la mala alimentación suele provocar enfermedades en nuestra boca, como las enfermedades gingivales, dado que si nuestra dieta no está compuesta por alimentos de calidad, entre los que se incluyen todos los macronutrientes esenciales, nuestra boca se hace más vulnerable a cualquier infección.
Los riesgos de los deportes de impacto
El doctor también ha hablado sobre como perjudican los deportes de impacto a la salud bucodental, algo desconocido para muchos. Este tipo de prácticas deportivas pueden provocar el desgaste del esmalte dental. Además de ese desgaste, con cada impacto la dentadura sufre, sobre todo si los dientes no están bien alineados ya que es frecuente que se produzcan pequeños traumatismos, fisuras y roturas en el borde de los dientes.
En este caso es muy importante visitar a tu odontólogo para que lleve a cabo los retoques necesarios y que así se reduzca el rozamiento entre los dientes superiores e inferiores.
Muchos deportistas toman habitualmente bebidas isotónicas, barritas o geles. Este tipo de alimentos suelen provocar variaciones en el pH bucal debido a los azúcares que contienen. Debido a ello los dientes se erosionan lo que hace que aumente el riesgo de sufrir diversas patologías bucodentales como las caries.
Cuando practicamos deporte, además, es muy necesario hidratarse de manera frecuente. Cuando sudamos perdemos líquidos lo que puede provocar que las mucosas bucodentales se deshidraten, lo cual es muy perjudicial para las encías.