Como os hemos contado con anterioridad, la dieta sana y equilibrada es algo vital para la salud y, además, juega un papel muy importante en el estado de nuestros dientes. Tanto que hasta la arqueología lo demuestra.
Un proyecto arqueológico llevado a cabo en los restos de Pompeya ha descubierto la buena salud dental de los habitantes de la ciudad de la Antigua Roma. Su dieta, rica en fibra procedente de frutas y verduras, y baja en azúcar, parece ser la responsable de la dentadura “de cine” de los pompeyanos.
Dentadura perfecta, huesos débiles
Los científicos han analizado los calcos de varias víctimas de la erupción del monte Vesubio con un escáner de tomografía axial computerizada, TAC, un análisis que ha revelado este curioso descubrimiento. Estos calcos no son otra cosa que unos moldes de yeso que lograron preservar los restos de las víctimas. La técnica fue introducida por el arqueólogo Giuseppe Fiorelli y gracias a ella se pudo avanzar en los estudios e investigaciones sobre el trágico suceso ocurrido en el año 79 d.C.
A pesar de esa buena salud dental, los científicos han descubierto que los huesos de los pompeyanos estaban deteriorados debido a la alta concentración de flúor en los manantiales que les abastecían de agua.
La importancia del estudio de los dientes
El estudio de los dientes se ha revelado como una fuente de información crucial en la identificación individual. Los dientes son una de las partes más fuertes del organismo y son únicos en cada individuo por ello nos pueden proporcionar mucha información sobre los hábitos y el estilo de vida de su dueño. Así, no solo pueden ayudar a identificar un cadáver, también pueden dar información del género, la edad y hasta el origen geográfico del individuo y sus condiciones socioeconómicas.
La dieta equilibrada y sus beneficios
Este curioso descubrimiento no hace otra cosa que confirmar la importancia de la dieta para la salud dental. Como os hemos explicado, nuestra dieta debe estar compuesta por alimentos variados que nos aporten todos los nutrientes necesarios para vivir.
Tal y como recomienda la Organización mundial de la salud una dieta sana debe contener siempre verduras, frutas, legumbres, frutos secos y cereales. Se debe limitar el consumo de azúcar y sal, así como de grasas saturadas. Todos estos ingredientes formaban parte de la dieta de los pompeyanos, así como el pescado local, los huevos e incluso carne y pescado en salazón procedente de nuestro país. Además, entre su menú contaban con alimentos mucho más exóticos como flamenco o jirafa. Dos delicatessen de la época.
Sin necesidad de comer muslos de jirafa al horno, seguir una dieta equilibrada compuesta por alimentos saludables nos ayudará no solo a afrontar la vida diaria sino que garantizará que no suframos problemas dentales. Unas patologías que comparten orígenes con enfermedades como la diabetes, el cáncer o las enfermedades cardiovasculares.