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¿Por qué perjudican los piercings orales a tu salud dental?

Desde hace unos años los piercings se han convertido en un completo más. Es posible ver pendientes en cualquier parte del cuerpo, desde el ombligo a la nuca.

El rostro, especialmente la zona de la boca, es uno de los lugares donde es más frecuente ver este tipo de complementos. La lengua, los labios o el frenillo se pueden ver agujereados y decorados con ellos. A pesar de estar de moda, llevar este tipo de pendientes puede ser muy perjudicial para nuestra salud oral.

Aumento de las infecciones

Ponerse un pendiente en cualquier zona de la boca puede afectar desde la salivación a la masticación. Además, si el piercing que hemos elegido es en la lengua, la infección puede provocar que esta se hinche aumentando el riesgo del bloqueo de las vías respiratorias.

La boca es un foco de bacterias. Muchas de ellas son beneficiosas y no perjudican a nuestra salud oral pero otras pueden llegar a provocar caries y otras enfermedades periodontales. Al hacer un piercing, estas bacterias pueden llegar al pasar al flujo sanguíneo debido a la gran cantidad de vasos sanguíneos de la boca provocando bacteriemia.

Piercing
Piercing (Flickr | avatar-1 – CC BY-SA 2.0)

En muchos casos esta patología no provoca síntomas ya que son eliminadas por los glóbulos blancos, pero, si la cantidad de bacterias es muy grande puede llegar a aparecer la sepsis, que puede desembocar en un shock séptico, o endocarditis infecciosa, que provoca la inflamación del endocardio, dos patologías muy graves.

Los piercings orales, especialmente en la lengua y los labios, son una de las causas principales de recesión en las encías. Esta recesión no solo puede dañar la superficie del diente, en casos muy severos puede llegar hasta el hueso y provocar que le diente se caiga o se rompa.

Es habitual ver como las personas que llevan pendientes en cualquier zona de la boca juguetean con ellos como manera de entretenerse. Esto, que puede parecer una tontería, puede dañar las encías o el esmalte dental, agrietando o arañando la superficie de los dientes, retrayendo las encías e incluso provocando roturas en los dientes, lo que afeará su aspecto.

Chica con un piercing en la lengua y en la nariz
Los piercings orales pueden perjudicar a tu salud dental.

Los piercings, además, pueden perjudicar en una acción tan básica para mantener la salud de nuestros dientes como la limpieza bucal. Los pendientes en la zona pueden hacer que sea más difícil llegar a algunas zonas de la boca haciendo que la limpieza no sea correcta.

Las hemorragias o el daño en los nervios son otro de los mayores problemas que pueden causar estos pendientes, en especial si se agujerea la lengua. La zona está llena de vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas que pueden verse afectados, provocando, además de un sangrado frecuente, la perdida de sensibilidad en la zona.

Visite a su dentista ante cualquier problema

Si decide hacerse un piercing en la zona oral, visite a su dentista para que revise su boca y que compruebe que no está sufriendo ningún tipo de problema por culpa del pendiente. No descuide la higiene de esta ya que una boca limpia evitará muchos riesgos.

Si el piercing elegido es en la lengua y nota que esta se hincha más de lo normal, tiene fiebre o temblores, quítese el pendiente y acuda a su odontólogo inmediatamente ya que es posible que sufra una infección. Este le aplicará el tratamiento adecuado evitando que esta aumente y ponga en riesgo su salud.