Aunque parezca una sola enfermedad, este término engloba a una serie de trastornos heterogéneos hereditarios que afectan a la formación del esmalte dental. Las personas que sufren esta dolencia tienen los dientes sin apenas esmalte dental debido a un mal funcionamiento de las proteínas encargadas de su formación (ameloblastina, enamelina, tuflelina y amelogenina).
Hay que recordar que el esmalte dental, esa cubierta blanca alrededor de los dientes, está formado por un mineral llamado hidroxiapatita (común en los huesos) y es el tejido más duro y mineralizado del organismo. Esta capa actúa como escudo protector para que el interior de la pieza dental no quede expuesto. Los pacientes con amelogénesis imperfecta, al no disponer de un esmalte dental en condiciones, suelen tener los dientes amarillos o marrones, son muy propensos a sufrir caries y sufren de mucha sensibilidad a los cambios de temperatura. Además, al no tener esta cubierta protectora, que como hemos mencionado antes es el tejido más duro del organismo, los dientes también son más débiles y se fracturan más fácilmente.
Tratamiento
El esmalte dental es muy resistente al estar formado por un 96% de hidroxiapatita, pero el mayor hándicap que tiene es que no se regenera. Si ya se nace con una cantidad ínfima,como le ocurre a las personas con amelogénesis imperfecta, no es posible que con el tiempo se alcancen unos niveles normales. Para ayudar a que estas personas lleven una vida normal los tratamientos más empleados son: carillas dentales, poner composites o coronas. Estas soluciones mejoran notablemente la apariencia estética de los dientes además de protegerlos de las bacterias. La higiene oral es un factor muy importante en estos pacientes ya que debe de ser muy cuidada y minuciosa para evitar la formación de caries u otros problemas orales más graves.
La unidad de odontopediatría del Instituto Karolinska, en Suecia, ha llevado a cabo una investigación sobre cómo afectaba este trastorno en su forma más severa a pacientes entre los 16 y los 23 años y que estaban recibiendo terapia. En las entrevistas los pacientes manifestaron que sufrían dolor agudo, problemas de sensibilidad dental y vergüenza por la estética que ofrecen sus dientes. En cuanto al tratamiento con coronas de porcelana, los resultados de las entrevistas mostraron que encuentran a este tratamiento muy satisfactorio porque tras someterse a él se sienten como “un paciente normal”. Por este motivo se recomienda el tratamiento temprano con corona para controlar el dolor y el aspecto estético.
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