Lucir una sonrisa perfectamente alineada es el objetivo final de cualquier tratamiento de ortodoncia, y aunque tener unos dientes correctamente alineados es algo mucho más importante para la salud que una mera cuestión de estética, presumir de sonrisa con unos dientes bien colocados es una máxima en los pacientes. Invisalign se ha convertido en tendencia y en la opción preferida de muchas personas que necesitan un tratamiento de ortodoncia. Como muchos otros casos, Sandra escogió esta técnica y se puso en manos del doctor Iván Malagón, y tras concluir su tratamiento, nos relata cómo ha sido su experiencia con Invisalign:
¿Cuál ha sido su experiencia con los alineadores? ¿Le ha parecido cómodo?
Muy buena, al principio parece un poco engorroso eso de tener que quitártelos en las comidas o para cepillarte los dientes, sobre todo cuando sales por ahí a comer, pero después del primer mes, e incluso antes, te habitúas y no es molestia, tan solo se extrae para comer y para lavarlo. Sí que me ha resultado cómodo, no he tenido ninguna llaga en la boca ni ninguna otra molestia, de modo que la experiencia ha sido buena.
¿Te ha llamado la atención que no te provocara un dolor excesivo? ¿Esperabas algo diferente?
El primer día sentí alguna molestia o presión, pero después no tuve dolor, y aunque ya el doctor me había comentado que Invisalign no ocasionaba muchos dolores, sí que me sorprendió, esperaba que doliera un poco más o tener más molestias.
Dentro de tu entorno, ¿han notado que lo llevabas puesto?
Quitando a mi familia que se fija porque les dije que lo llevaba, el resto de gente no lo han notado en absoluto, cuando se lo contaba a algún amigo tenían que preguntar “¿pero llevas algo?” Es muy discreto, no se nota.
¿Lo recomendarías?
Sí, sin duda. Es muy discreto, muy cómodo de llevar y los resultados me han encantado. Si tuviera que realizar otra vez un tratamiento de ortodoncia volvería a elegirlo sin duda. Lo recomendaría sobre todo por la estética, prácticamente nadie nota que lo llevas.
