La salud oral es muy importante no solo para tener unos dientes limpios y sanos, sino para gozar de una buena salud en general. Los estudios más recientes han vinculado varias enfermedades graves como el alzhéimer, algunos tipos de cáncer e incluso enfermedades del corazón con una salud bucal deficiente. Además, nuestra boca la utilizamos a lo largo del día para multitud de tareas: hablar, comer, reír…es necesario un buen cuidado. La Asociación Dental Americana (ADA) nos da estas pautas:
Cepillado diario: lavarnos los dientes es un “must” diario para mantener una salud oral adecuada. Lo ideal es hacerlo durante dos minutos para que nos de tiempo a limpiar bien todas las zonas de la boca, sin olvidarnos de la lengua y las encías, que también almacenan alimentos y bacterias. En cuanto a la frecuencia se recomienda tras cada comida, pero como mínimo hacerlo dos veces al día, especialmente antes de irnos a dormir.
No olvidarse de la seda dental: utilizar el hilo o la seda dental es tan importante como el cepillado. Con ello se consigue una limpieza más eficaz ya que en ocasiones el cepillo no llega a todos los recovecos entre los dientes.
Protege tu boca: además de la higiene, la protección también es importante. Por ejemplo, si practicas deporte, especialmente los de contacto, es recomendable utilizar protector bucal. De esta forma protegerás tus dientes de roturas ante posibles traumatismos, evitarás heridas y evitarás que los dientes se desgasten ante el contacto y la presión continuas durante el ejercicio.
Seguir una dieta nutritiva: la comida es fundamental para la salud del organismo, y la salud oral no es menos. Para tener unos dientes fuertes y sanos es imprescindible tomar alimentos que les aporten los nutrientes necesarios como son el calcio, el fósforo o la vitamina D, entre otros.
Agua fluorada: el flúor es un componente natural muy beneficioso para nuestra salud dental ya que fortalece el esmalte y protege a los dientes del ataque de las bacterias responsables de las caries. Existen multitud de pastas de dientes con flúor, pero muchas comunidades poseen también agua fluorada, algo que según las estadísticas ha sido muy eficaz contra las caries, por lo que se recomienda beberla.
Visitar regularmente al dentista: se recomienda acudir a su consulta al menos una vez cada 6 meses para que compruebe el estado de nuestra boca y si hubiera algún problema, tratarlo a tiempo.