En pocas semanas llegan las vacaciones de Navidad, y con ellas los malos hábitos propios de las épocas de más ocio. Algunas de estas malas prácticas pueden desembocar en bruxismo. ¿Cuáles son? Fumar, el alcohol y el estrés (además de las maloclusiones) son las principales causas.
Durante las vacaciones, al disponer de más tiempo libre y en Navidad con las largas comidas y cenas los fumadores tienden a fumar más, y según una revisión de estudios que han realizado varios investigadores de Canadá y Brasil, el tabaco aumenta más del doble las probabilidades de sufrir bruxismo. El alcohol es otro de los protagonistas de estas vacaciones entre tantas cenas y comidas navideñas con sus brindis correspondientes, las fiestas de fin de año… y un largo etcétera. La investigación concluyó que en este aspecto, beber prácticamente duplica las posibilidades de padecerlo.
El análisis también reveló que el consumo de cafeína está asociado con esta enfermedad, en concreto, ingerir 76 mg de este ingrediente multiplica las opciones de padecerla por uno y medio. El estrés y los problemas de sueño son otros de los factores que más afectan en el bruxismo, factores que en periodos de vacaciones se ven alterados.
La Asociación Americana del Sueño (ASA) afirma que alrededor del 10% de las personas sufre bruxismo, y que se suele manifestar en las primeras etapas del sueño, antes de llegar al sueño profundo.
Síntomas
Esta patología consiste en apretar los dientes con demasiada fuerza de forma involuntaria, lo que conlleva a sufrir un severo desgaste dental. También provoca dolores de cabeza, de mandíbula y dolor muscular además de perturbar el sueño, lo que ocasiona que no se descanse bien.
Tratamiento
Cuando se debe a un problema de maloclusión dental, la solución radica en alinear los dientes y proporcionar estabilidad a la mordida mediante el uso de ortodoncia. Si el foco es el estrés, es necesario hacer frente a lo que lo causa.
Prevención
Para prevenir su aparición, estas navidades evita o reduce los hábitos nocivos como el tabaco, el alcohol o la cafeína en exceso, que como hemos explicado, según las últimas investigaciones aumentan mucho las probabilidades de sufrirlo. También es recomendable realizarse un chequeo en el dentista aprovechando las vacaciones y que el especialista compruebe que todo está bien, y si encuentra algún síntoma, estar a tiempo de poner una solución antes de sufrir consecuencias más graves.