Esta patología se suele producir tras la extracción de un diente, especialmente cuando se trata de las famosas muelas del juicio o terceros molares. Son las extracciones más comunes dado que no todo el mundo tiene el espacio suficiente en la boca para que erupcionen correctamente sin causar alteraciones. Como hemos mencionado en otros artículos, cuando a una persona le comienzan a salir las muelas del juicio y no tiene espacio suficiente, el odontólogo suele recomendar su extracción para que no afecte al resto de la dentadura y deje también de causar dolor al paciente, una de las principales molestias.
Al extraer un diente, se forma un coágulo de sangre en el hueco que este ha dejado sellando el área afectada para que vaya cicatrizando. Cuando este pequeño coágulo se rompe o se cae por algún motivo, se conoce como alveolitis. Cuando esto ocurre, el hueso y los nervios quedan totalmente expuestos y se vuelven muy vulnerables al ataque de las bacterias. Esta exposición produce un fuerte dolor al paciente, que necesitará acudir urgentemente al dentista.
Los cinco primeros días después de una extracción es el periodo más crítico con mayor riesgo de sufrir alveolitis. Al romperse o desprenderse el coágulo mencionado, además del dolor intenso que se sufre, el periodo de cicatrización de la herida es más largo y hará falta un tratamiento para su curación.
Tratamiento
Si se sufre de una alveolitis, que el paciente se dará cuenta por el tremendo dolor que padecerá a los pocos días de que le hayan extraído un diente, hay que acudir al dentista urgentemente, y el especialista valorará el tratamiento. Dado que la zona afectada se queda totalmente expuesta, el tratamiento más recomendado suele ser un antibiótico para prevenir infecciones y la limpieza exhaustiva y minuciosa de la zona por parte del profesional.
La higiene en el alveolo es fundamental para que cicatrice correctamente sin infecciones, por ello los pacientes deben acudir cada pocos días a la consulta para que el dentista le cambie el apósito y compruebe que todo va bien. También es muy usual que se receten antiinflamatorios para rebajar el dolor en la zona. Si no existe ninguna complicación adicional, en unos 10 días aproximadamente el alveolo vuelve a tener tejido.