Agosto está finalizando y la vuelta al cole se encuentra a la vuelta de la esquina. Libros de texto, cuadernos, ropa, zapatos…y un amplio etcétera completa la lista de las compras obligadas para que los más pequeños comiencen el curso escolar. Pero además de todos estos utensilios para el colegio, puede que los padres deban incluir también un kit de cepillo, hilo dental y pasta de dientes en la mochila de los niños si no quieren que se pierdan más clases de lo necesario.
Según la Encuesta Nacional de Salud Oral de EEUU, elaborada por Delta Dental, alrededor de un 30% de los niños, o lo que es lo mismo, 8,6 millones de escolares de entre 6 y 12 años de edad han faltado a la escuela debido a un problema de salud dental. Aunque las cifras son altas, han sufrido una ligera mejora con respecto a la encuesta del año pasado, en la que el porcentaje era el 31%.
Según los datos de este estudio los niños pierden más de 9 días enteros de clases y algo más de 4 medios días por problemas de salud oral. ¿Les preocupa a los padres la salud oral de sus hijos lo suficiente? Según la información que ha proporcionado esta encuesta, sí, es más, el 71% de los progenitores afirma que esta cuestión es una de sus principales preocupaciones seguida de las calificaciones en la escuela (61%), la actividad física que realizan (55%) y la amistades con las que andan (36%).
Esto revela que problemas de salud oral como por ejemplo las caries, uno de los más típicos en niños, no solo implica algo sanitario, sino que también puede repercutir en su vida escolar repercutiendo en su nivel académico y ocasionando que deba recuperar más asignaturas. Aunque los datos han reflejado que los padres son conscientes y les preocupa este tema, la Asociación Delta Dental propone varios pasos a seguir para minimizar este problema:
–Cepillarse diariamente utilizando pasta de dientes fluorada
-Utilizar la seda dental para eliminar eficazmente la placa dental (pese a la polémica generada recientemente sobre los beneficios del hilo dental, los profesionales siguen recomendándolo)
-Llevar una dieta equilibrada limitando los alimentos dañinos como las bebidas isotónicas y comida azucarada-
-Beber preferentemente agua del grifo (fluorada) en lugar de bebidas deportivas o zumos
-Hacerse chequeos dentales rutinarios