La alveolitis dental es uno de los posibles efectos secundarios o complicaciones tras la extracción de una pieza dental. Se calcula que un 3-4% de los pacientes sufre dicho efecto, la buena noticia es que no es muy grave y que remite con el paso de los días.
Se produce especialmente tras la extracción de las muelas del juicio, creándose un coágulo de sangre en el hueco que ha dejado el diente, es decir, en el alveolo. En el caso de que dicho coágulo no se forme el alveolo queda desprotegido ante el posible ataque de bacterias.
Causas y prácticas de riesgo:
Aunque los expertos aún no conocen la causa exacta por la que se produce dicha complicación, y obviamente no se da en todos los casos de extracción dental, podemos señalar la siguiente serie de prácticas de riesgo:
- Tabaco
- Tomar anticonceptivos orales o terapia de reemplazo de estrógeno
- No seguir las instrucciones de cuidado después de la extracción dental
- Mala higiene bucal
- Infecciones en la encía o los dientes alrededor del sitio de extracción
¿Cómo saber si sufro alveolitis dental?
Los síntomas son fáciles de detectar, aunque dependen de cada paciente:
- Dolor intenso en el lugar de la extracción pasados 3 días de la operación
- Falta de coágulos de sangre en la zona de la extracción
- Hueso visible en el alveolo
- Mal olor y sabor de la boca
- Dolor en la parte interna del diente que se extiende hasta el oído, ojo o cuello
¿Qué hacer?
El tratamiento para la alveolitis seca consiste básicamente en seguir una rutina higiénica exhaustiva y en cuidar especialmente la zona de la reciente extracción, siguiendo las indicaciones de un experto.
- Enjuague rutinario de la zona para eliminar desechos irritantes
- Uso de apósitos medicinales sobre el alveolo
- Toma de medicamentos prescritos por un experto para el dolor
En caso de sequedad de la zona se deben mantener las citas al dentista para el correcto seguimiento y solución del problema