En general el consumo de drogas acarrea graves problemas de salud en general para el adicto junto con los problemas indirectos que recaen sobre su familia, pero la salud dental de los drogodependientes, sobre todo de cierto tipo de drogas, se ve también muy resentida.
Las drogas que más afectan a la salud de nuestros dientes:
Marihuana o cannabis: diversos estudios recientes han revelado que la principal consecuencia a medio-largo plazo (unos 20 años) del consumo de cannabis es la enfermedad periodontal, más conocida como piorrea o periodontitis. Esta patología afecta a los tejidos de soporte del diente, es decir, a las encías. Al ligamento periodontal y al hueso alveolar. Los destruye paulatinamente hasta que, en los casos extremos en los que no se trata adecuadamente la enfermedad. Se pierde el diente. Las investigaciones también han desvelado que entre los consumidores habituales. Se produce un deterioro de su higiene dental, lo que aumenta el riesgo de caries.
Cocaína: los adictos a esta sustancia la pueden tomar de diferentes formas (inhalada, fumada…). Todas ellas son perjudiciales. Pero hay dos de ellas especialmente peligrosas para la salud bucal: fumándola y frotándola contra las encías. Es una sustancia muy ácida. Lo que hace que sea extremadamente nociva para la salud bucal. Ya que destruye el esmalte dental y deja totalmente desprotegidos los dientes. Lo cual ocasiona que los adictos a la cocaína tengan muchísimas caries por ello y por la sequedad bucal que sufren. Además, los movimientos involuntarios de la mandíbula. Debido a la acción de la droga provocan el desarrollo del bruxismo y sus consecuencias. Como dolores de cabeza crónicos, dolor en la mandíbula. Dientes fracturados y más erosión del esmalte.
Drogas
En cuanto a la cocaína fumada no es más saludable, sino todo lo contrario, a todos los efectos de este componente hay que sumar los daños que causan los residuos del humo, que potencian todavía más los problemas en las encías y dientes. Su consumo excesivo también provoca daños en el paladar y úlceras en la boca, lo que deriva en problemas para tragar y masticar con normalidad.
Metanfetamina: se trata de una droga tremendamente adictiva con graves efectos sobre la salud. En cuanto a la salud oral, debido a su alto grado de acidez al igual que la cocaína, deteriora muchísimo los dientes. Descompone el esmalte dental y reduce la producción de saliva dejando la boca reseca y desprotegida. Todo esto supone una alta cantidad de caries y una erosión dental grave que hace que personas de 30 años e incluso menores tengan un deterioro dental muy severo y sufran periodontitis.
MDMA: prácticamente en el 100% de los consumidores provoca sequedad bucal. En ocasiones dura hasta dos días después de su consumo. Esta desprotección sumado a la gran ingesta de refrescos para aliviarse aumenta la cantidad de cariesa. Y el riesgo de sufrir periodontitis. También provoca bruxismo, ese hábito involuntario de apretar o rechinar en exceso los dientes que ocasiona un mayor deterioro dental. Además de dolores de cabeza, musculares…etc.
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