El cáncer de páncreas acumula una de las tasas de supervivencia más bajas. Concretamente de 5 años. Por lo que es una enfermedad muy agresiva para nuestro organismo. Al igual que enfermedades como la periodontitis con tratamientos de ortodoncia como invisalign, el cáncer de páncreas requiere de un diagnóstico previo rápido y eficiente. Así ayudaríamos a recibir la atención médica y soluciones que necesitamos.
El Instituto Nacional del Cáncer (NCI) ha publicado recientes investigaciones en la que señala que el 1,6 por ciento de los adultos en los Estados Unidos sufrirá dicha enfermedad durante su vida. Además estiman que solo en 2018 la cifra de nuevos casos de este tipo de cáncer fue de 55.440. Por ello los investigadores han tratado de encontrar tratamientos y formas de diagnóstico más eficientes. ¿Lo han encontrado?
Como no podía ser de otra manera, el diagnóstico temprano del cáncer de páncreas ayudaría el acceso al tratamiento adecuado. Aumentando de este modo la probabilidad de un resultado positivo. El principal problema para ello es que el cáncer de páncreas genera pocos síntomas al principio. Razón por la cual puede pasar inadvertido.
Investigación
En la Universidad de Zhejiang en Hangzhou, China han encontrado la solución. La microbiota de la lengua humana puede actuar como herramienta de diagnóstico. Algo primordial para este tipo de cáncer. Estos informes publicados en en el Journal of Oral Microbiology, señalan las diferencias entre las bacterias de una lengua sana y las de una persona con cáncer de páncreas en etapa temprana.
«Aunque se necesitan más estudios confirmatorios, nuestros resultados se suman a la creciente evidencia de una asociación entre las alteraciones del microbioma y el cáncer de páncreas», señala el el Dr. Lanjuan Li y autor principal del estudio. «Si una asociación entre las bacterias discriminatorias y el cáncer de páncreas se confirma en estudios más amplios, esto podría conducir potencialmente al desarrollo de nuevas herramientas preventivas o diagnósticas para la enfermedad basadas en microbiomas».