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Consecuencias de la comida rápida en tu salud oral

El ritmo de vida actual, rápido y estresante, la comida rápida se ha convertido en una opción muy habitual para muchas personas que trabajan y comen fuera de casa y no disponen de mucho tiempo para prepararse comida fresca. Abusar de ella puede desembocar no solo en problemas de salud como la obesidad, sino que también puede perjudicar nuestra salud oral. El doctor Roderick, miembro de la Academia General de Odontología americana (AGD por sus siglas en inglés), relata en ‘Dentistry Today como esta dieta repercute en nuestros dientes:

Gran cantidad de azúcar y sal: estos dos componentes son muy perjudiciales para los dientes ya que las bacterias se nutren de ellos y generan ácidos que erosionan el esmalte. Además es mucho más fácil que se queden restos de estos alimentos adheridos a los dientes, por lo que el daño se prolonga más en el tiempo si no nos cepillamos bien tras las comidas, que en muchas ocasiones no llevamos cepillo al trabajo.

Refrescos que dañan el esmalte: estas bebidas vienen habitualmente con los menús de los ‘fast food’ y son excesivamente azucaradas y carbonatadas, lo que provoca el doble de daño al esmalte dental. Lo mejor es beber agua, hidrata y favorece la limpieza dental.

-Mayor riesgo de diabetes: este tipo de dieta según han revelado los estudios realizados puede aumentar las posibilidades de desarrollar diabetes, que cómo hemos explicado en anteriores posts es una enfermedad que repercute muchísimo en la salud oral aumentando el riesgo de periodontitis y gingivitis.

Recomendaciones

Buenos hábitos de higiene bucal: comer de vez en cuando este tipo de comidas no repercute tanto si se marcan unos buenos hábitos de higiene. Lo ideal es cepillarse siempre los dientes 30 minutos después de haber comido para que los ácidos de los alimentos junto con el cepillado no deterioren tanto el esmalte. Además, si bebemos algo de leche justo antes del cepillado les brindamos una protección extra. No hay que olvidarse del hilo dental para asegurarse de eliminar todos los restos alimenticios. Si no llevamos el cepillo de dientes a la oficina es recomendable tomar después una fruta como una manzana o beber agua para ayudar a que se limpie la boca y minimizar los daños. También se recomienda mascar chicle, sin azúcar por supuesto, para estimular la salivación y proteger más a los dientes y encías.

Encontrar alternativas más sanas: hay que intentar, en la medida de lo posible, llevar una dieta más sana y no abusar de la comida rápida. Aunque no se disponga de mucho tiempo para cocinar y traer comida de casa es posible elegir otros alimentos menos dañinos como ensaladas o fruta que tampoco requieren mucho tiempo de elaboración o de compra.