Mantener los dientes sanos es muy importante. Una mala salud bucodental puede traer consigo numerosas enfermedades dentales y ocasionar otras muchas que afectan a la salud general.
Acostumbrar a los bebés y a los niños a llevar una rutina de higiene bucodental diaria ayudará a que adquieran estos buenos hábitos e interioricen la importancia de mantener una buena salud bucodental.
¿Cómo limpio la boca del bebé?
Los cuidados bucodentales deben comenzar desde muy temprana edad. Durante sus primeros meses de vida, aunque todavía no tengan dientes, es necesario que limpies sus encías después de cada toma. Para ello debes humedecer una gasa con un poco de agua, envolver el dedo con ella y frotar con sumo cuidado sus encías. Es importante que no ejerzas una presión excesiva para no dañar su boca.
Esta rutina de limpieza debe continuar de la misma manera hasta que les salgan sus primeros dientes, momento en el que ya pueden empezar a utilizarse cepillos de dientes especiales para su edad. Además, los dentífricos utilizados para ello deben tener una concentración de flúor que no supere 500 partículas por millón.
¿Y si mi bebé nace con dientes?
Si tu bebé nace con dientes no debes preocuparte. Aunque no es algo habitual, tan solo uno de cada 2000 bebés nace con dientes, no tiene por qué causarle ningún problema a tu pequeño.
Este tipo de dientes no son como dientes normales ya que su raíz es muy pequeña y están poco insertados en la encías. Si descubres que tu bebé tiene dientes al nacer o durante su primer mes de vida es muy importante que compruebes que estos no se mueven y que no han producido ningún tipo de daño en la lengua o las encías del niño.
Tras esto, es recomendable que lleves a tu hijo al odontólogo para que él mismo valore si es necesario extraerlos, lo más habitual. Si no se extraen, deben limpiarse con una gasa humedecida ya que, como cualquier otra pieza dental, pueden ser atacados por las caries.
Otros cuidados importantes
Existen otros hábitos que los padres llevan a cabo sin darse cuenta y que pueden perjudicar a la salud bucodental del bebé. Por ejemplo, muchos prueban la comida de la misma cuchara con la que después van a alimentar a sus niños, o chupan el biberón o el chupete, debido a una creencia extendida sobre los supuestos beneficios para la salud del bebé. Estos gestos, que pueden parecer inofensivos pueden provocar la transmisión de bacterias al bebé que los progenitores tengan en la boca lo que puede causar caries tempranas.
Otro gesto que puede dañar la boca de tu bebé es colocar sus mordedores en el congelador. Muchas personas creen que así aliviaran los dolores que los pequeños sufren mientras les salen los dientes. Esto no es del todo correcto ya que cuando estos objetos están congelados pueden causar quemaduras en sus encías. Lo mejor es colocarlos en la nevera. El frescor les aliviará pero sin causar daños a su delicada boca.