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Diseñan un composite más resistente basado en el mejillón

Los composistes son resinas compuestas por diversos materiales sintéticos que conforman un compuesto que en odontología se utiliza para llevar a cabo procesos como restauraciones dentales, rellenos , colocación de coronas…etc. Su principal función es aportar resistencia, durabilidad y dureza, y lo consiguen gracias a las micropartículas de su composición, pero tienen un pequeño inconveniente: cuando dicho material se endurece, se vuelve más frágil. Unos científicos de la Universidad de Santa Bárbara (California) pueden haber logrado la solución a este pequeño hándicap.

Tomando como modelo la fuerte adhesión de los mejillones a las rocas en diversos entornos, los investigadores han desarrollado un tipo de compuesto similar pero con menos probabilidades de que se agriete con el tiempo. Mucho más resistente y duro.

Los enlaces del mejillón, clave para su resistencia

Los expertos se fijaron en como estos moluscos se adhieren con fuerza a las rocas siendo capaces de soportar las condiciones más hostiles como un oleaje fuerte, frío, humedad, sol…y su resistencia y durabilidad son enormes. Explican que el núcleo blando y colágeno de los hilos basales de los mejillones están protegidos por una capa de entre 5 y 10 nm de espesor que a su vez es extensible, lo que le brinda una mayor resistencia.

Querían replicar esta forma tan fuerte y resistente de adhesión en un compuesto dental, y para ello tomaron como modelo los enlaces a nivel nanoscópico de los mejillones. Estos, en vez de utilizar un único enlace muy fuerte que, una vez roto, no hay vuelta atrás, tienen múltiples enlaces reversibles más débiles que se van rompiendo uno a uno disipando así la energía sin comprometer la adhesión general. Es decir, que al tener que romper los enlaces débiles uno a uno, la energía necesaria para romper toda la estructura es mayor que si solo se tuviera un único enlace muy fuerte. Este tipo de unión se produce en la naturaleza en numerosas ocasiones como en los huesos, otros tejidos biológicos y cómo no, en los dientes también.

Para lograr esto, el mejillón utiliza un grupo funcional químico llamado catechol, por lo que los investigadores incorporaron en su compuesto un agente de acomplamiento catequólico en lugar de los agentes convencionales empleados y lograron que el nuevo composite sea 10 veces más adhesivo y un 50% más resistente.