El tabaco es un elemento muy nocivo para nuestro organismo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades graves como cáncer, neumonía, accidentes cardiovasculares… y por supuesto también perjudica y mucho a nuestra salud bucodental ocasionando la decoloración de los dientes (se ornan más amarillentos o marrones), mal aliento o aumento de la placa, entre otros.
Y la lista negra sigue aumentando, un nuevo estudio de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, llevado a cabo durante 10 años, ha revelado que el hábito de fumar también induce a la pérdida de hueso marginal. La investigación ha llevado 10 años y ha analizado la progresión ósea de 301 sujetos.
Según explica Golnoush Bahrami, autor principal del estudio, a ‘Dentistry Today’, esta pérdida de hueso que han observado es debida a la periodontitis marginal, el resultado de “la acumulación de bacterias en los dientes o la placa dental”, un hecho que como ya habíamos comentado en artículos anteriores se ha comprobado que lo incrementa el tabaco. Aclara que existen diversos factores que influyen en el desarrollo de una periodontitis tales como “la genética, el tabaquismo e incluso la diabetes”.
Para llevar a cabo dicho estudio se obtuvo una muestra radiográfica de toda la boca de los sujetos para poder medir la evolución de los niveles de hueso. También se evaluaron parámetros como la edad, el género, número de piezas dentales, periodontitis, hábitos…y cada 5 y 10 años se volvieron a tomar los datos de todos aquellos que no habían dejado de fumar.
Al comienzo de la investigación se comprobó que los fumadores tenían un nivel óseo más reducido que los no fumadores de una media de 0,9mm. Tras 10 años las muestras confirmaron que el 29% de los fumadores había perdido más de 2 mm de hueso marginal frente al 19% de los no fumadores. El 69% de los habituales del tabaco perdió un nivel igual o menor a 1mm de hueso mientras que los que no fuman perdieron esa cantidad el 81%.
Bahrami alega que el tabaquismo podría ser un factor de riesgo directo en cuanto a la periodontitis y no indirecto como se considera ahora. Para sostener sus teorías se apoya en estudios recientes que han demostrado que el tabaquismo provoca la constricción de ciertos vasos sanguíneos ocasionando así la reducción del flujo de sangre a las encías y los huesos de la zona o a la investigación que confirmaba que fumar altera el equilibrio bacteriano de la boca.
Os recordamos que la periodontitis es una enfermedad grave si no se trata debidamente y que ocasiona el deterioro irreversible de los tejidos que sostienen los dientes, de modo que si no se toman precauciones, el resultado final puede acabar con la pérdida de estos.