La caries dental es el problema oral más común a nivel mundial tanto en adultos como en niños rozando niveles del 100% según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El principal responsable de este problema global es el azúcar, agente principal en la aparición de las caries. En concreto, el azúcar añadido bien por nosotros mismos en ciertos productos o bien por la industria. Según los datos, en los últimos 50 años su consumo se ha triplicado, lo que no solo aumenta enormemente el riesgo de sufrir caries sino también de otras enfermedades más graves como la diabetes por ejemplo.
Con el objetivo de minimizar el consumo de azúcar la Federación Dental Internacional (FDI) ha elaborado una guía práctica para ayudar a eliminar las caries y cambiar las políticas de alimentación. En esta guía se proporciona una visión general de los riesgos a los que estamos expuestos por este consumo excesivo y una serie de pautas para conseguir los objetivos a corto y medio plazo. ¿Cuáles son? Os las resumimos:
-El azúcar ingerido no puede superar al 10% de la ingesta total de energía diaria.
-Menos del 5% (25 gramos) si queremos “proporcionar beneficios adicionales a la salud”.
-No superar la cantidad de 50 gramos diarios de azúcar
-Diferenciar entre azúcar y azúcar añadido: la primera hace referencia al producto que se encuentra de forma natural en los alimentos como las frutas o verduras por ejemplo, y el segundo término se refiere al que se añade manualmente.
-En niños y adolescentes adecuar esta cantidad de forma proporcional de forma que el ideal es que no superen los 30 gramos diarios de azúcar añadido.
-Consumir menos de 4 veces al día azúcares añadidos
-Reducir el consumo innecesario de bebidas energéticas ya que contienen muchísimo azúcar. Se deben beber tras realizar ejercicio extremo, no para refrescarse.
Hasta aquí son los tips más importantes a nivel usuario que la FDI recomienda llevar a cabo, pero la guía abarca pautas para los profesionales de la salud oral y para los gobiernos de forma que en conjunto se logre reducir el elevado consumo de azúcar en el planeta. Si se consigue-explican- no solo se evitarán las caries dentales, sino que también se reducirá notablemente la incidencia de enfermedades cardiovasculares, de la diabetes y de otras patologías orales relacionadas directa o indirectamente con las caries. Si quieres saber más sobre estas recomendaciones de la FDI, están todas aquí.