El cáncer oral, según los datos facilitados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el octavo con más frecuencia en el mundo con más de 500.000 nuevos casos cada año. Su detección temprana es primordial para aumentar la tasa de supervivencia, pero desafortunadamente su diagnóstico suele darse en la fase III o la fase IV, cuando el cáncer está ya muy avanzado y provoca unas tasas de mortalidad elevadas.
Pero los estudios revelan una herramienta muy prometedora para intentar bajar esta elevadísima tasa de mortalidad, se trata de la autofluorescencia. Una última investigación publicada en ‘Nature’ sostiene que es se trata den método muy eficaz y no invasivo para la detección del carcinoma oral de las células escamosas (OSCC) y de trastornos orales potencialmente malignos (OPMDs). Esta técnica señalan que es más confiable en manos de expertos orales, pero que el desarrollo de algoritmos en la toma de decisiones clínicas podría aumentar su aplicación a la atención primaria, lo que sin duda sería un avance extraordinario en la ayuda a la detección precoz de este tipo de cáncer.
Este estudio evaluó investigaciones anteriores ya publicadas sobre la eficacia de la técnica de la autofluorescencia para la detección de OSCC y OPMDs. De esta forma se confirmó el potencial de esta técnica, que es capaz de revelar anomalías tisulares (en los tejidos) como es, entre otros, el cáncer oral. Su tasa de acierto fue muy elevada en dichas pruebas, lo que la valida como un complemento idóneo para mejorar la visualización, por parte del especialista, de estas anomalías orales.
El Virus del Papiloma Humano, un factor de riesgo en los últimos tiempos
Los principales factores de riesgo que aumentan enormemente las probabilidades de desarrollarlo son el alcohol y el tabaco, pero según revelan los últimos datos de los centros para el control de enfermedades existe otro riesgo que va en aumento, se trata del Virus del Papiloma Humano (HPV por sus siglas en inglés). Es un virus de transmisión sexual, el más común dentro de las ETS (enfermedades de transmisión sexual) que está aumentando la incidencia del cáncer oral de tal forma que, según los datos, en 2020 los cánceres orofaríngeos derivados de él superarán a los de cuello uterino.