Como hemos explicado anteriormente, la placa dental se trata de unos ecosistemas bacterianos (biofilms) que se adhieren a la superficie de los dientes y su unión puede ser tan fuerte que en ocasiones se vuelve resistente a los antibióticos y otros medicamentos que se utilizan para eliminarlos. Pero la placa dental no solo la conforman los microorganismos existentes en la boca, también “atrapa” los microorganismos existentes en el tracto respiratorio y gastrointestinal además de los restos de alimentos, lo que ayuda a preservar ADN durante millones de años. ¿Qué tiene esto de especial? ¡Muchísimo! Gracias a esto un estudio llevado a cabo por la Universidad de Adelaide (Australia), la Escuela Dental y la Universidad de Liverpool ha revelado que los Neandertales tomaban aspirina hace 50.000 años.
La investigación analizó las muestras de 4 neandertales (nuestro antepasado más reciente extinto): dos se encontraron en las cuevas belgas de Spy y otros dos en El Sidrón, España. Se trata de las muestras de placa dental analizada más antiguas, con 42.000 y 50.000 años respectivamente.
Mientras que las muestras belgas mostraban signos de un gran consumo de carne de rinocerontes lanudos, las de El Sidrón revelaron una dieta vegetariana que incluía frutos secos, musgos, setas… una clara diferencia entre ambos grupos. También se observó que uno de estos dos individuos había sufrido un absceso dental y el otro poseía un parásito intestinal, es decir, estaba enfermo. Pero lo realmente sorprendente del análisis fue que reveló que estaban consumiendo álamo, que entre otros componentes, incluye el ácido salicílico, el ingrediente activo de la aspirina y también encontraron restos de Penicillium, un antibiótico de origen natural que no se había visto en los demás especímenes. ¿Qué quiere decir esto? Que los neandertales tenían un extraordinario conocimiento de las plantas medicinales del entorno para tratar los problemas inflamatorios, dolor…etc Además los restos de dicho Pencillium, 50.000 años antes del descubrimiento de la penicilina, ponen de manifiesto que la cultura de estos antepasados no era tan simple como se pensaba.
De este estudio también se ha desprendido que los neandertales y los humanos, mucho después de su divergencia, estuvieron compartiendo bacterias orales como la Methanobrevibacter oralis, asociada a la enfermedad de las encías.