El crecimiento de la industria y la globalización ha hecho posible que los productos disponibles en el mercado sean muchísimos y muy accesibles, tanto para beber como para comer disponemos de una gran cantidad de opciones, aunque no todas son saludables. Si hablamos de bebidas y de niños, es lógico pensar que lo que más consumen es agua o leche, pero un informe de la organización del Consejo de la Hidratación y la Nutrición de Inglaterra ha revelado otra realidad muy distinta.
Según los datos obtenidos dos de cada tres bebidas consumidas por niños (entre 5 y 9 años de edad) son bebidas azucaradas, es decir, refrescos. Este tipo de bebidas son muy perjudiciales para sus dientes ya que con la altísima cantidad de azúcar y ácidos que contienen el esmalte dental se daña muchísimo, lo cual implementa el riesgo de sufrir caries. Recordamos que las bacterias que habitan en nuestra cavidad oral se nutren de los azúcares de los alimentos y generan unos ácidos que van erosionando el esmalte y las bacterias van poco a poco penetrando en el interior del diente generando una caries.
Según los datos recogidos, el consumo de agua de los niños de Reino Unido a estas edades supone un cuarto (el 25%) de la ingesta total de líquidos mientras que la leche queda reducida a un 10%. El agua es un elemento fundamental para el organismo y para la salud bucal ya que ayuda a hidratarnos bien y tener limpios los dientes. Otro dato alarmante que ha revelado dicho informe es que las extracciones de dientes en niños menores de 5 años ha aumentado un 25% en tan solo 10 años. De hecho, en otro informe del Servcio Nacional de Salud del país (NHS) se comprobó que en el último año unos 40.000 menores habían tenido que ingresar en el hospital para la extracción de algún diente, lo que hacía una media de 161 operaciones de este tipo cada día. Los niños presentaban caries tan profundas que como se desprende de estos datos en muchas ocasiones la consulta del dentista no era suficiente y necesitaban atención hospitalaria para su extracción.
Los expertos aconsejan reducir el consumo tan elevado de bebidas azucaradas e incrementar el de agua y leche, dos bebidas sin azúcar y muy beneficiosas tanto para la salud dental como la salud en general.