Todos los dientes sufren un ligero grado de movilidad dental fisiológica. Dicha movilidad afecta en mayor medida a los dientes unirradiculares, es decir, los que tienen una sola raíz. Podemos observarla en enfermedades como la periodontitis y el trauma oclusal, llegando a ser peligrosamente perjudicial.
La movilidad dentaria tiene dos causas posibles: por un lado la existencia de un estrés inusual mientras masticamos que se produce sobre el periodonto, es decir, sobre el tejido que rodea la raíz del diente y lo fija a la encía. Este periodonto suele estar previamente enfermo. Por otro lado dicho desplazamiento (o frémito) también puede deberse a un traumatismo sobre dicho tejido sano.
¿Existen tipos de movilidad dental?
Podemos señalar diferentes grados de movilidad dental en función de su desplazamiento, que en la mayoría de los casos suele ser horizontal:
- No existe movilidad detectable.
- Existe un desplazamiento menor de 1 mm.
- Con un desplazamiento mayor de 1mm.
- Existe desplazamiento intrusivo o vertical.
Tal y como afirman diferentes expertos, la movilidad dentaria se ha constituido como parámetro útil para el diagnóstico de la enfermedad periodental, y por tanto gracias a ella podemos detectar con prontitud dicho problema, dándonos la oportunidad de actuar de manera rápida eficaz.
Enfermedades Relacionadas
Las principales enfermedades con las que se encuentra en relación la movilidad dentaria son:
- Periodontitis: además de afectar a las encías generando su inflamación y sangrado, destruye todos los tejidos que sostienen al diente: encías, hueso alveolar y ligamento periodontal.
- Trauma oclusal: daño producido por un traumatismo en la boca, debido a diferentes factores como la práctica de deporte, etc.