En la actualidad cuando alguien luce unos dientes negros en su dentadura suele deberse a una muy mala salud oral por descuidar en exceso la higiene bucal. El canon de belleza actual implica tener unos dientes con un color blanco intenso, pero, ¿y si llevarlos negros fuera ir a la moda? Esto es lo que ocurría en Japón desde el siglo X, y se conocía como ohaguro.
Esta técnica nipona consistía en que las mujeres (y algunos hombres de la aristocracia) teñían sus dientes de negro para estar más bellas con una solución de limaduras de hierro, vinagre y té o sake. En cuanto al origen de esta técnica hay varias teorías, pero en lo que coinciden todas es que tenía un componente estético. Al principio sólo las mujeres de la más alta aristocracia se los pintaban de negro como símbolo de su estatus económico y como muestra de que estaban listas para casarse. Con el tiempo esta costumbre traspasó a todas las clases sociales y las mujeres se teñían los dientes para señalar que estaban casadas.
¿Tenía beneficios?
Además de la función estética, se decía que el ohaguro cumplía una función sanitaria porque al aplicar la cobertura negra se protegía el esmalte dental. Para lograr una coloración permanente el tratamiento había que aplicarlo unas dos veces al día durante varios días, ya que la saliva lo limpiaba. Pero no era tan inocuo como se pensaba, en ocasiones provocaba la inflamación de las encías de las mujeres que se sometían a ello.
Según las hipótesis, esto fue el origen del famoso gesto de las mujeres asiáticas de taparse la boca al sonreír. La tinción de los dientes de manera obligada al casarse propició que si una mujer no quería desvelar su estado sentimental debía tapar su sonrisa, y aunque esta costumbre ya no es una tradición entre las mujeres asiáticas, todavía prevalece ese gesto.
Modas estéticas actuales
Las mujeres niponas no son las únicas a lo largo de la historia que han ‘adornado’ su dentadura con fines estéticos, ahora una tendencia predominante es lograr unos dientes con un color blanco nuclear como símbolo de salud y belleza, aunque la tonalidad natural de unos dientes sanos no es ese blanco tan puro. Esta obsesión lleva a someterse a múltiples tratamientos blanqueantes que lo que consiguen es todo lo contrario a salud dental. Este fenómeno se conoce como blancorexia.
Pero no es la única moda actual dañina para la salud dental, los diastemas, los piercings bucales o los grillzs son algunas tendencias muy perjudiciales para la salud oral.