Cualquier parte de un diente puede ser dañada, generando roturas que pueden desencadenar en mayores problemas. Normalmente esto causa en primer lugar dolor al masticar diferentes alimentos y un aumento de la sensibilidad dental al calor y al frío. Otra de las características principales de las roturas dentales es que cualquier dolor asociado con un diente agrietado tiende a aparecer y desaparecer. Esto puede hacer que sea más difícil para un dentista localizar el punto exacto de la rotura, especialmente si es muy pequeña.
Cualquier persona que sospeche que tiene un diente fracturado debe concertar una cita con el dentista lo antes posible. Dejarlo pasar puede ocasionar más problemas, dolor e incomodidad con el tiempo.
Síntomas:
- Dolor al comer, particularmente al masticar o morder.
- Encías hinchadas alrededor del diente agrietado.
- Dientes que de repente se vuelven sensibles a los alimentos calientes o fríos.
- Dolor que tiende a ir y venir.
- Incomodidad alrededor de los dientes y las encías que es difícil de precisar.
Principales Causas:
- Mordiendo demasiado fuerte en un trozo de comida.
- Rechinamiento excesivo de los dientes.
- Lesión física o traumatismo.
- Un cambio brusco de temperatura también puede romper un diente.
¿Cuándo deberías ver a un dentista?
Cualquier persona que sospeche que tiene un diente fracturado debe concertar una cita con un dentista lo antes posible. Es especialmente importante hacerlo cuando hay dolor e incomodidad.
Mientras tanto, los siguientes remedios pueden aliviar levemente los síntomas:
- Enjuagar la boca con agua tibia.
- Tomar analgésicos calmantes como el ibuprofeno.
- Manteniendo una compresa fría contra la mejilla para ayudar a reducir la hinchazón.
Cuanto más tiempo transcurra sin tratar un diente fisurado, más difícil le resultará al dentista salvar el diente. En caso extremo incluso podría producirse la infección.