Hoy en día es posible alinear tus dientes de forma cómoda y estética, sin que nadie note que llevas algo en la boca.
El éxito de la ortodoncia reside en conseguir un adecuado engranaje entre los dientes de arriba y los de abajo. La estética claro que es importante, pero más aún lo es que tu mordida sea la adecuada.
La mejor ortodoncia
Se trata de los alineadores transparentes secuenciados. Son unos moldes que se realizan de forma personalizada para cada paciente y que se van cambiando cada dos semanas, siguiendo una secuencia que hace que los dientes se vayan moviendo poco a poco, en función de un plan que diseña tu odontólogo.
Son muy cómodos, estéticos, no producen rozamientos, no originan úlceras y además te los puedes quitar y poner para poder comer cómodamente y llevar a cabo un buen cepillado tras las comidas. Y lo más importante para muchos pacientes, son visualmente imperceptibles.
Pero no te olvides de una cosa: una vez que hemos conseguido nuestra nueva sonrisa, hay que mantener la nueva posición de los dientes, puesto que el hueso tiende a moverse y el diente puede volver a su posición inicial de antes del tratamiento.
Por eso utilizamos los retenedores, que pueden ser de dos tipos. O los transparentes, que son una funda de plástico y que sólo has de utilizarla por la noche para recordar siempre la posición correcta. O un alambre muy finito que se adhiere con resina compuesta en la parte interna de los dientes. Este retenedor se feruliza y mantiene por más tiempo la nueva alineación de tus dientes.
