¡Felicidades mamá! Acabas de tener a tu bebé y lo primero que haces es comprobar que todo está en orden. Sus deditos, su piececitos… y de pronto ¡descubres que ha nacido con dientes!
Es algo bastante inusual, pero no por ello en absoluto peligroso.
Estadísticamente, uno de cada 2.000 bebés nacen con dientes. Cuando esto ocurre, se denominan dientes natales. En cambio, si aparecen a los 30 días de nacido, entonces son dientes neonatales.
Lo más importante que debes tener en cuenta es que no tiene consecuencias, pero sí que la anatomía de estos dientecitos es muy diferente a la de la dentición definitiva:
- Tienen una raíz pequeñita
- Están poco insertados en la encía
- Además sustentados por un pequeño tejido lo que significa poca sujeción
Así que, si es tu caso, debes saber que hay cierto riesgo de que se suelten de la encía, se le caigan y pueda aspirarlo y tragarlo.
Además, si presentan mucha movilidad lo normal es que en hospital, incluso antes de que te den el alta, le extraigan esos dientecitos a tu bebé. Por otro lado, es una manera de evitar el rechazo de la lactancia materna, ya que los dientes le hacen daño a la lengua del bebé cuando mama y hace el movimiento de succión con su lengüecita, pudiendo provocarle pequeñas úlceras o llaguitas. También a la mamá le puede provocar dolor al morderle el pezón.
Así que no te preocupes por nada, que tu bebé está estupendamente. Y disfruta de este momento único en la vida de ambos.